El conflicto por el avance de las autoridades municipales de la ciudad bonaerense de San Nicolás sobre el área protegida conocida como Parque Rafael de Aguiar, tiene bastante historia, parte de la cual fue documentada y difundida por este medio. Presentamos en esta ocasión, un cálculo de la magnitud de la destrucción desatada sobre el bosque nativo y los humedales del lugar.


Desde el Museo de Ciencias Naturales Padre Scasso, de la ciudad de San Nicolás, elaboraron un informe que estima el alcance de la destrucción del bosque nativo del Área Protegida Parque Rafael de Aguiar, por parte de las autoridades municipales.

Dicho informe, que compartimos en su totalidad más adelante, destaca que “el Parque Aguiar, desde el año 2021 ha ingresado en el ranking de las (áreas) que mayor destrucción deliberada ha recibido. El desarrollo de obras de infraestructura y caminos es incipiente, con la amenaza más grande aún sobre los talares o bosques de barranca. Parte de este territorio ha sido nombrado como ‘Ecoparque’, habiéndose derogado en el año 2021 la ordenanza que lo protegía (8235/12) y desconociendo su Plan de Manejo formal aprobado en el año 2010”.

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Y pasa a detallar que “Uno de los impactos más relevantes se observa en el desmonte ilegal de bosques nativos de ribera, en el cual se involucra maquinaria pesada municipal. Los mismos se desarrollan sobre sustratos específicos, escasos y confinados, conocidos como ‘albardones’. Constituyen una estructura clave  del paisaje de los humedales, donde las formaciones boscosas se desarrollan en su mejor expresión”.

El informe detalla, a través de imágenes satelitales, este proceso de desmonte que comenzó en el mes de noviembre de 2021, y que  ya contaba, “para el 10 de junio de 2022 un total de 75,9 hectáreas arrasadas. Esto implica el 5,06% de la superficie total del área protegida original (la cual fue estimada en 1500 hectáreas; ver Plan de Manejo del Parque Rafael de Aguiar, 2010). En este cálculo no se incluye la eliminación de los bosques nativos asociados al arroyo Yaguarón, ni las destrucciones de suelos y sustratos, rellenos, terraplenes y otras alteraciones realizadas sin criterio sustentable ni Estudios de Impacto Ambiental, provocadas por la reciente construcción de caminos y accesos. Si se consideran estos casos, la suma total de terrenos afectados podría cuadruplicar estas estimaciones”

Presentamos aquí el informe completo: