Desde la instalación del gobierno de Milei, el proceso de transferencia de riquezas de la clase trabajadora y los sectores populares hacia la gran burguesía nacional y transnacional dio un salto. Los aumento en los servicios y combustibles, la caída en los salarios y jubilaciones, hacen parte de este salto cualitativo. Para entender este proceso charlamos con el economista Marco Kofman, integrante de MATE (Mirador de la Actualidad Económica y del Trabajo), y de EJES (Enlace para la Justicia Energética y Socioambiental).


Entrevista por Juanjo Lázzari

Borrador Definitivo: Marco, buenas tardes, mucho gusto y un agradecimiento enorme que estés con nosotros en esta tarde, tratando de explicarnos esta cuestión de la economía argentina.

Marco Kofman: Buenas tardes, muchas gracias. Quiero destacar que EJES es un equipo con el que venimos trabajando específicamente en temas energéticos, de hidrocarburo, sobre la coyuntura en general del sector.

BD: Parte de la entrevista tiene que ver con eso. Estamos empezando a sufrir un aumento tarifario realmente desproporcionado a nuestro entender, pero ¿cómo se puede explicar esto, si es que tiene explicación?

MK: Sí, por supuesto que tiene una explicación. Nunca los procesos económicos surgen de la nada, sino que tienen una historia, una trayectoria, con actores involucrados y finalmente tienen un ganador y un perdedor. Bueno, hace mucho tiempo que el gobierno viene anunciando distintas estrategias para consolidar esta idea de aumentar el costo que pagamos los usuarios de gas, de energía eléctrica y también de servicio de agua y todos los servicios para los hogares. Básicamente con la idea primaria de ahorrar recursos del Estado, o sea, que el Estado deje de gastar en subsidios y que la totalidad del costo (en realidad la totalidad del precio, porque del costo mucho no se sabe) la totalidad del precio de la energía la paguen los usuarios, en sus hogares. Esto tiene entonces un componente de ajuste fiscal, digamos, que es un poco lo que el gobierno viene pregonando como solución a los problemas de la economía argentina para establecer su política macroeconómica o lo que el gobierno pensaba que tenía que hacer paraestabilizar la economía. Por supuesto que esto no es algo neutral ni absoluto, pero lo que sí está claro es que es una política de transferencia de ingresos, perjudicial para la mayoría de la población.

BD: Claro, yo en algún momento he leído notas tuyas donde marcás exactamente esto: esta forma casi demencial de transferir recursos a empresas, generalmente transnacionales, que después no se utilizan para invertir. O sea, esta historia de que achiquemos el Estado, no gastemos en el Estado para que el privado pueda invertir y dar más trabajo, es una historia falsa.

MK: Sí, y ya hemos tenido varios capítulos de esta historia, caemos en la repetición permanente. Hablaba acá del sector energético, un sector que vengo estudiando desde hace un tiempo, a partir de los balances contables de empresas. Lo que encontramos es que en los últimos años, las empresas se quedan como ganancia la totalidad de los subsidios que el Estado otorgó al sector energético. ¿Qué quiero decir con esto?, que los argentinos efectivamente venimos pagando el costo de la energía. Porque una cosa es el costo, que es lo que gasta una compañía (en este caso una compañía del sector energético) en producir o brindar el servicio que brinda. Ese es el costo, lo que gasta, pero después está el precio, el precio no necesariamente es igual al costo, de hecho siempre el precio incluye una determinada tasa de ganancia, una determinada ganancia también financiera, porque acá también hay toda una estructura de préstamos entre empresas, que se ve reflejado en los balances. De esto sabemos que lo que nosotros veníamos pagando en Argentina hace un montón de años es el costo de la energía, lo que el Estado viene subsidiando permanentemente es esta diferencia entre el costo y el precio, es decir, la ganancia de las empresas. Lo que viene a hacer ahora el gobierno es decir: No, la ganancia de las empresas no la paga el Estado, sino la van a pagar las personas. Esto está en la misma línea de lo que es el ajuste fiscal,  reducir los salarios de los trabajadores o reducir las jubilaciones. Los principales ahorros hoy que está teniendo el gobierno son estos: no pagar jubilaciones, no pagar salarios de los trabajadores, no pagar subsidios a la energía. Y me parece que es una única línea de análisis, que es un gobierno que viene a transferir riqueza desde un sector mayoritario, que es la población, hacia un sector concentrado de grupos económicos, empresas, sector financiero internacional o acreedores internacionales.

BD: ¿Y en este contexto cómo jugaría Vaca Muerta y la cacareada independencia que tendríamos en la cuestión energética a partir de esta que sería la segunda reserva de gas y combustible no tradicional en el mundo?

MK: Bueno, hay dos dimensiones para analizar el tema de Vaca Muerta. Por un lado, está lo que se espera que Vaca Muerta nos aporte, que son dólares. Se espera que Vaca Muerta nos salve del problema de los dólares que le faltan a la economía argentina. Al respecto, es cierto que hubo un aumento de las exportaciones en los últimos dos o tres años de Vaca Muerta, exportación también de petróleo crudo. Y también hay un aumento de la producción de gas, que disminuyó la necesidad de importar energía, lo cual también se traduce en un aumento de los dólares que están en la economía nacional. Eso por un lado. Pero por otro lado, no hay nada que garantice que esos dólares se queden en la economía argentina. Lo que estamos viendo es que Vaca Muerta, mientras está trayendo estos dólares por exportación, se los está llevando por pago de préstamos o por intereses de préstamos que se dan entre las mismas empresas. O sea, los dólares que entran terminan saliendo. Si no es por esta razón es por otra razón que también es importante que es un esquema distributivo a nivel general de la economía, en el cual crece la ganancia y bajan los salarios. Y los salarios consumen artículos y productos que se compran con  pesos, pero la ganancia es la que viene buscando fugarse, lo que produce el desgaste de la economía argentina. Entonces Vaca Muerta lo que viene a generar es un ingreso de dólares, pero a su vez este mismo esquema distributivo en el cual está la economía argentina hace que esos dólares se vayan.

Eso por un lado. Por otro lado, hay un problema adicional con esto y es que, al tener el plan energético orientado hacia el exterior y hacia la exportación, esto hace que se internacionalicen los precios. ¿Qué significa esto? Que nosotros, al productor local, ahora no le podemos ofrecer un precio menor al que le entra por su exportación. Entonces hasta ahora esto está regulado. Una empresa que produce, primero tiene que abastecer al mercado interno y en segunda instancia, recién allí puede exportar el excedente. Ahora el gobierno de Milei  dice: No, se tienen que abrir el mercado para que las empresas vendan al mercado que consideran más conveniente. Por lo tanto, esto lo que genera es que los precios que vamos a pagar en Argentina son los precios internacionales. Ahora, ¿tiene sentido esto teniendo nosotros nuestra propia producción, nuestra propia estructura de precios y principalmente nuestra propia estructura de salarios? Porque si estamos hablando de que el precio va a ser igual que en los países desarrollados, pero los salarios argentinos son de un tercio o un cuarto de los salarios internacionales, bueno, hay un problema distributivo muy grande que se agrava con esto.

Ahí viene esta idea de que vaca muerta, en este contexto, está muy lejos de salvarnos, sino que más bien profundiza este problema distributivo, que es el que va a terminar afectando a la economía.    

BD: A ver si yo entendí bien. En un punto planteás que vaca muerta termina siendo más el problema que la solución. Pero también hay todo un complejo allí, difícil de entender para el que no maneja estos términos, que la ganancia de las empresas no las invierten en el país, sino que las sacan del país. Antes las sacaban como ganancia, ahora las sacan como endeudamiento con empresas en el exterior que, oh casualidad, son parte del mismo consorcio.

MK: Sí, eso es así. Hasta el 2011 las empresas directamente remitieron las ganancias al exterior. Eso, cuando se instaura el control cambiario, se empieza a limitar; no se les permite a las empresas hacerlo más, sino que se les exige que reinviertan. Las empresas fueron encontrando diferentes mecanismos, y uno de los mecanismos que encontraron para transferir la ganancia es prestarse dinero entre ellas mismas a una tasa de interés importante, de modo que sí o sí la empresa tiene que atender ese compromiso, entonces tiene que ir devolviendo permanentemente el capital, pero también los intereses; y esos intereses son parte de la ganancia. Esto tiene un doble problema, por un lado que sacan los dólares, pero por otro lado que, como esto aparece como un costo financiero (porque se está pagando el interés y por tanto es un costo) también le reduce la tasa de ganancia en la economía local, la tasa de ganancia que figura en el balance. Esto determina que el Estado después tiene una menor capacidad de cobrar impuestos, porque como el impuesto a la ganancia es proporcional a lo que gana, entonces la empresa dice que gana menos, y también le reduce la financiación al Estado. Entonces, bueno, sí, es un problema esta forma de funcionamiento de las empresas, son mecanismos que se dan en todo el mundo, pero en la Argentina, como no funciona el control de cambio, es mucho más patente.

BD: Por otro lado está este problema que vos marcás, al no tener ya la obligación de cubrir el mercado interno y el excedente poder exportarlo, vamos a ir a lo que llamamos precios internacionales, que no tienen nada que ver con los sueldos que ganamos nosotros, porque sabemos que no ganamos sueldos internacionales. ¿Cuánto falta todavía para llegar a esos precios internacionales de la energía?

MK: Yo la verdad es que no me puse a medirlos, pero sí están los datos como para que se haga y se  establezca de qué tipo de comercio estamos hablando. Lo que sí puede ocurrir es que la economía argentina no pueda pagar ese precio, directamente; lo que da como resultado una reducción del consumo. Habíamos mencionado también las exportaciones, que podría ser una buena noticia, pero a costa de un desabastecimiento del consumo nacional, lo que generaría problemas en la movilidad, en el transporte y demás. Porque la alternativa que se le da a los usuarios, ante el aumento de los combustibles, es usar el transporte público, pero hay aumentos  desmedidos también en el transporte público, lo que hace que hoy, una persona no sepa si le conviene ir al trabajo en colectivo o  en  auto. Acá en Rosario donde yo estoy viviendo, por ejemplo, el colectivo cuesta hoy 700 pesos, es un desquicio pensar en que las personas no se puedan movilizar a su lugar de trabajo.

 BD: Sí, aparte uno debiera pensar, aún en términos capitalistas, que este aumento de las tarifas va a llevar a una parálisis mayor, porque las pequeñas empresas también van a estar atravesadas por este problema.

MK: Las pequeñas empresas industriales y el comercio también. Si uno se pone a pensar en cuál es el plan económico de Milei, hay una lógica, hoy la recesión económica, si se quiere, es una estrategia, es algo buscado, el gobierno está buscando que se genere esa híper recesión, porque de esa manera en algún punto es lo que va a permitir al gobierno estabilizar, si se quiere, la economía: reducir la tasa de inflación, porque ya no va a haber demanda, nadie va a poder comprar nada por lo cual no van a subir los precios. Por otro lado le va a permitir mantener bajos los salarios reales, porque con una fila de desocupados enormes afuera de una fábrica nadie va a poder lograr un aumento salarial, debilita las organizaciones gremiales. Porque además la tasa actual de desempleo está por debajo del 6%. Al gobierno le conviene que crezca. Al gobierno le conviene más tener 12, 13, 14 puntos de desempleo que tener una tasa de inflación elevada. Entonces, el gobierno va hacia una híper recesión, buscada, generada, auto-generada y realmente para esto: controlar la inflación y lograr en el corto plazo esta estabilización que le permita marcar su victoria, buscando ganar las elecciones.

BD: Estaba pensando en otra cuestión, toda esa masa de dinero que antes iba a los subsidios y que ahora ya no estará, ¿a dónde va? ¿A pagar los compromisos con el FMI? ¿A pagar la fraudulenta deuda externa? ¿O está yendo hacia otro lado?

MK: Bueno, una parte de esto está yendo efectivamente al pago de intereses de la deuda. Los intereses de la deuda son la única partida del gasto público que se incrementó en términos reales; o sea que aumentó más que la inflación. Por otro lado, el recorte del Estado, el achicamiento del Estado lo lleva a recaudar menos, tenemos que entender que la recaudación del Estado es excedente económico, es ganancia que está dando vueltas en la economía y que el Estado se va a apropiar para generar una política pública y decir, bueno, la vuelco acá, la vuelco en obra pública, educación, en salud. Un Estado que gasta menos y que recauda menos es uno más chico y, por tanto, un Estado que usa menos excedente de la economía. Entonces, cuando el Estado deja de recaudar, lo que hace es aumentar la ganancia de las empresas básicamente. Volviendo a la pregunta una parte va a pagar estos intereses de las deudas con el exterior y otra es simplemente ganancia de los empresarios que no lo usan para reinvertir, al contrario empiezan a presionar por el valor del dólar, lo cual también termina, o puede terminar siendo, la trampa en la cual caiga esta política económica. Porque la misma dinámica económica va a presionar sobre el dólar para provocar una nueva devaluación y un aumento de precios más grande. Las empresas están ganando mucho más que antes y no van a aceptar ganar en pesos, porque de hecho tampoco hay rentabilidad en pesos, no hay plazo fijo que rindan más en tasa de política monetaria positiva. Por lo tanto, cuando los empresarios tienen una masa de ganancias inesperadas, inimaginables, van al mercado cambiario a cubrirse, ya sea con el dólar o a través de algún bono que el Estado pueda ofrecer. Entonces, o bien se acaban los dólares que el Estado tiene, o bien se incrementa la deuda externa.

BD: Marco, nos has pintado un panorama realmente desolador, si se quiere y, notablemente, lo que falta acá es la reacción de los sectores populares, los sectores que están siendo agraviados. Vos lo dijiste: hay una transferencia brutal de riqueza de un sector hacia otro y hasta aquí hay un claro dominador, un claro triunfo del sector de la economía concentrada, y creo que falta una respuesta más contundente por abajo ¿no?

MK: Sin duda, hay que entender también el contexto en el cual está ocurriendo esto en Argentina, a partir de lo que fue la sequía del año pasado, la economía argentina se convirtió en una economía muy débil; y una economía débil es una economía vulnerable a las desestabilizaciones que algunos grupos económicos quieren generar. Y de julio a agosto del año pasado, cuando ocurrieron las PASOS y apareció Milei como posible ganador, ahí empezaron a operar un conjunto de grupos de poder para desestabilizar la economía. El gobierno de Fernández no tenía ninguna fortaleza para sostener el Dólar, tenía un acuerdo con el FMI que tenía que aprobar las últimas cosas y le venía exigiendo, a Massa que devalúe. Esa presión de los grupos dominantes logró generar una inestabilidad económica, logró aumentar la tasa de inflación, y en ese contexto aparece  Milei diciendo: Bueno, yo soy de afuera, yo entiendo cómo arreglar este problema; y todos percibían que la economía estaba desbordada, que no se sabía que iba a pasar mañana, había muchísima incertidumbre, y ahí aparece  Milei como el salvador, a través de un brutal ajuste. Hay que entender que las medidas de Milei  son absolutamente perjudiciales, ahora, ese perjuicio que generan no termina siendo captado en su realidad porque la idea de que estábamos mal ya venía de antes. Entonces quién puede percibir que el salario cayó un 20%, es muy complejo de percibir porque no saben si cayó hoy, cayó el mes pasado, cayó tres meses atrás. Entonces hay que entender también que va a llevar tiempo que se pueda ver cómo está funcionando esta dinámica. Y después, nunca se sabe cuál va a ser la gota que va a rebalsar el vaso, me parece que el tema de las tarifas es un tema muy sensible por el modo en que terminan de aumentar, porque los precios de todos los bienes aumentan quizás todos los días, vos vas a comprar a un supermercado y ahí vas viendo unos 2, 3% de aumento en las mercaderías; pero las tarifas te van llegando cada dos meses y es mucho más impactante, de golpe, encontrarte con una tarifa que vos venías pagando de 13, 14, 15 mil pesos y que ahora te llegan 50, 60 mil pesos. Creo que ahí hay una advertencia, el gobierno es consciente de esto y va a buscar también un mecanismo para presentarlo, ya sea como una necesidad, como que no quedaba otra, y desplazándolo en el tiempo como para que no sea tan fuerte el impacto. Creo que está alerta el gobierno de que esto puede ser un disparador de esa resistencia que hoy todavía no ha aparecido a nivel masivo, pero que sí se está desarrollando otra vez, principalmente en algo que en otros momentos de fuertes ajustes no hubo, que es una estructura sindical activa, con experiencia, con una dinámica de paritarias y demás que viene negociando a partir del año 2005, que antes no existía.

BD: Marco, te agradecemos muchísimo que nos hayas dado tu tiempo en esta tarde y nos ayudes a pensar estas cuestiones que son centrales hoy por hoy.

MK: Bueno, muchas gracias a ustedes.