En el último programa de Borrador Definitivo, continuamos cubriendo el Jujeñazo contra la reforma constitucional de Gerardo Morales y por salarios y paritarias reales. Y lo hicimos con una serie de testimonios de los y las protagonistas de estas jornadas.

Te invitamos a escuchar la columna completa:


El contenido de la columna:

Para entrar en contexto, escuchamos uno de los tantos cánticos que surgieron al calor de las movilizaciones; con una muestra maravillosa de creatividad para relatar la verdad:

Martina Montoya nos pinta un panorama de cómo continua la lucha, tanto de docentes como de las comunidades contra la Reforma:

Después escuchamos el emotivo testimonio de una docente de escuela primaria, tomado en una de las tantas marchas realizadas en San Salvador de Jujuy:

Y por último, escuchamos un fragmento de una entrevista realizada por los compañeros del programa radial Karne de Máquina, en Radio Semilla. La entrevistada es Claudia, también docente en la Quebrada de Humahuaca, además de ser tía de Joel Paredes, joven músico que fue baleado en un ojo durante una manifestación en Purmamarca:

Algunas reflexiones sobre la situación de Jujuy al día de hoy:

  • Ya nada queda de ese discurso inicial de Gerardo Morales y los medios afines a su sector, que decía que la pueblada estaba organizada desde el gobierno nacional o desde sectores ligados a Evo Morales. Nada de eso se comprobó y sí queda en evidencia lo profundamente popular y autoconvocada que continua siendo esta pueblada, y las raíces profundas que tiene en las comunidades que habitan y defienden el territorio desde hace generaciones.
  • Un dato muy interesante de la pueblada es el hecho de que ya hay más de 15 Consejos Deliberantes que se expresaron en rechazo a la reforma. Esto se logró producto de la presión de las manifestaciones y genera cierta fractura institucional en el corazón del régimen jujeño.
  • Actualmente, después de ser cubierto por la prensa durante unos días, el conflicto vuelve a estar silenciado y ocultado por los medios hegemónicos y solo se conoce por la prensa alternativa y las redes sociales.
  • Pero no solo eso. La Confederación de Trabajadores de la Educación (CETERA), que se vio obligada a decretar una huelga nacional después de la represión del 20 de junio, los días y semanas posteriores no hizo absolutamente nada más, como si el conflicto hubiera desaparecido. Esto ignorando no solo a los y las docentes de Jujuy sino también a los de Chubut, Santa Cruz y varias otras provincias que también están en conflicto.
  • También vemos con preocupación que las organizaciones ambientales no estén tomando de manera unificada y como un eje fundamental la lucha del pueblo Jujeño, puesto que una de las principales cosas que se juega en la reforma constitucional jujeña es la “legalidad” para la explotación del litio como parte de los proyectos megamineros que se encuentra en territorios habitados por comunidades originarias y fauna y flora nativa. El Jujeñazo aparece hoy como la lucha socioambiental más importante del momento. Por ello se evidencia la necesidad urgente de rodearlo de solidaridad.
  • Pero no solo por apoyo al pueblo jujeño, sino porque la política de Morales en Jujuy, si triunfa, está anunciando lo que se va a aplicar en todo el país para garantizar el saqueo y el ajuste, sin importar la fuerza política que gane las próximas elecciones. Porque no olvidemos que el PJ jujeño votó afirmativamente la Reforma Constitucional y que el vicegobernador jujeño es un hombre del riñón político de Sergio Massa, hoy precandidato por el Frente por la Patria.
  • Mientras tanto, tanto las comunidades originarias como los docentes y otros trabajadores estatales, como la población en general, continúan resistiendo. Se sostienen más de 10 cortes de rutas en toda la provincia. En la capital provincial hay marchas de antorchas y manifestaciones prácticamente todos los días y noches.
  • Tenemos que entender que, para las comunidades que viven de la tierra, esta reforma y la posibilidad de abrir la puerta a la explotación indiscriminada del litio y otros minerales de las salinas, amenaza su propia existencia como comunidad, la posibilidad de conservar la forma de vida que hay tenido por generaciones, en el territorio que habitan desde hace siglos.
  • En una entrevista reciente que hicimos a Guillermo Folguera, él definía al extractivismo como una política demográfica, porque establecía que determinados territorios debían ser puestos al servicio de la producción de dinero, de divisas, y no al servicio de que los pueblos pudieran habitarlos y utilizarlos para la reproducción de su vida. En Jujuy hoy se está jugando exactamente esto, y hay innumerables ejemplos en todo el continente americano de que esto es así.