Compartimos este relato desopilante, que refleja la realidad de un sector de la sociedad que muchas veces preferimos ignorar (aunque esté «oculto» a plena vista, como la carta de aquel cuento de Poe), y la siempre ingrata desigualdad de las grandes urbes.
Audio-cuento. Cuando realmente nos internamos en el mundo Bradbury, entendemos que este originario de Illinois, en verdad nunca quiso escribir sobre el futuro sino sobre su propio tiempo y los hombres y mujeres que lo habitaban. Sobre las inquietudes que lo desvelaban, las injusticias que lo sublevaban y los peligros por los que se sentía amenazado. Y sobre la forma de resolver estos terrores de la manera más humana posible.
Pablo Busch, quien nos cuenta su experiencia en un texto interesantísimo, tanto desde el punto de vista de lo relatado como del valor estético del propio relato, sufre cotidianamente de ese monstruoso invento capitalista llamado “Turno Nocturno”, que forma parte de la vida de miles de trabajadores y trabajadoras en nuestro país, con diferentes grados de mella sobre su salud física y emocional. El agotamiento físico y mental, los turnos interminables, los viajes larguísimos hasta y desde el trabajo, el tiempo libre que es tiempo robado al descanso… esta experiencia hará que muchos de nuestros lectores se sientan identificados.
En medio de una movilización e intervención de artistas que pintaron en el piso de la Plaza 25 de Mayo de Rosario: «La Cultura se defiende. La Patria no se vende. Paro General», se desató una brutal intervención policial que terminó con siete jóvenes detenidos.
El pasado mes de noviembre se cumplieron 188 años del nacimiento en Florida, Misouri, de Samuel Langhorne Clemens, quien por este nombre es casi un desconocido, pero la cuestión cambia si nos referimos a su seudónimo literario: Mark Twain,
Ilan Pappe es un reconocido historiador judío no sionista que, como tal, ha dedicado gran parte de su labor a relatar las atrocidades que el estado de Israel viene cometiendo contra el pueblo palestino, así como las estrategias de resistencia de este último. De hecho, es tal su compromiso que […]
Por Luis Cuello “Mi historia es la historia de incontables millones de niños cuyas familias y naciones fueron destrozadas por dinero en el nombre de Jesucristo” Sinéad O´Connor La muerte es inevitable en los seres vivos. Quizás para muchos, como es mi caso, juegue como una obsesión que ronda en […]
La primera vez que se interpretó “Strange fruit” en un garito nadie aplaudió. Segundos antes de terminar la canción, cuando la intérprete pronunciaba las dolientes últimas palabras (“esta es una extraña y amarga cosecha”), las luces del Café Society neoyorquino, con capacidad para 200 personas, se apagaron. Instantes después se encendieron, pero la cantante había desaparecido. Billie Holiday estaba vomitando en el pequeño baño del local, sobrecogida después de su estremecedora interpretación.
Como ya reflejamos en otras notas, la película Argentina 1985, sobre el juicio a las Juntas Militares, demostró que la herida abierta por la dictadura militar sigue doliendo en la sociedad argentina, abriendo un debate sobre los diferentes miradas del tema, que obviamente incluye al propio film.
En este caso, presentamos una entrevista que hiciéramos a Rubén Plataneo, cineasta y también militante en defensa de los derechos humanos.
Argentina 1985 se ha convertido en un éxito de taquilla con más de un millón de entradas vendidas, y seguramente también tendrá un éxito importante en las plataformas. Justo es decir que ha generado un debate, sobre todo en sectores militantes de derechos humanos e intelectuales y quizás también, aunque más dudoso, en el denominado “gran público”. Si bien todo hecho artístico expresa razones ideológicas, inevitablemente, como Argentina 1985 aborda hechos históricos recientes desde determinadas miradas políticas, merece no solo una crítica estética, sino una clara delimitación de estas miradas.