Pablo Busch, quien nos cuenta su experiencia en un texto interesantísimo, tanto desde el punto de vista de lo relatado como del valor estético del propio relato, sufre cotidianamente de ese monstruoso invento capitalista llamado “Turno Nocturno”, que forma parte de la vida de miles de trabajadores y trabajadoras en nuestro país, con diferentes grados de mella sobre su salud física y emocional. El agotamiento físico y mental, los turnos interminables, los viajes larguísimos hasta y desde el trabajo, el tiempo libre que es tiempo robado al descanso… esta experiencia hará que muchos de nuestros lectores se sientan identificados.