Tras la finalización de las obras en lo que antes fue un área natural protegida, el Municipio anuncia la reinauguración de lo que hoy quieren llamar Eco Parque San Nicolás. Al mismo tiempo, las topadoras avanzan sobre la isla. El enorme negocio de vender la naturaleza.


Por Elizabeth Moretti

“Este fin de semana, los vecinos de San Nicolás podrán volver a disfrutar del Parque Aguiar de forma segura”. Ese es el pomposo anuncio de la Municipalidad de San Nicolás, sobre las obras que se hicieron en el lugar que fuera ocupado por la Reserva Natural Parque Aguiar, y que hoy es renombrado como Eco Parque San Nicolás. No es una cuestión de nomenclaturas, sino que el hecho de que deje de ser considerado Reserva Natural habla de la nula importancia que el poder municipal le da a la legislación provincial que debería haber protegido esta área natural. Una demostración más del valor que tienen las leyes bienintencionadas a la hora de poner freno a intereses económicos y políticos bajo cualquier color partidario.

La historia

El conflicto por el Parque Aguiar se remonta a más de un año atrás, cuando un grupo de vecinos y vecinas, al ver el avance de trabajadores municipales que, sin dar ningún tipo de explicación, ingresaban a un Área Natural Protegida arrancando árboles de raíz, decidieron instalar un acampe para cuidar el lugar. En ese entonces, la excusa del Municipio era la reparación de un camino que se había desmoronado producto de una lluvia.

Videos producidos y difundidos en noviembre de 2020, durante el acampe.

La medida duró meses y quienes la sostuvieron pasaron allí días y noches, cumpleaños, y navidad; haciendo actividades para difundir la importancia de cuidar el ecosistema contenido en los humedales, en el mismo momento en que las tierras isleñas ardían producto del avance del agronegocio.

Varios episodios represivos fueron los que sufrieron les defensores del Parque. Uno de ello, con un operativo con decenas de uniformados para unos pocos acampantes, fue el que motivó el levantamiento del acampe. El otro más recordado fue un violentísimo desalojo de jóvenes (y no tan jóvenes) que simplemente se habían sentado en el suelo para evitar que se rellenara una laguna con escombros y residuos contaminantes. Podés leer sobre este hecho aquí, aquí y aquí.

A partir de entonces y con la brutalidad avanzando sobre quienes se preocupan por defender el espacio natural, el Municipio avanzó en la destrucción del lugar de la forma que quiso. Arrancando árboles nativos; rellenando lagunas y zonas inundables que eran usadas por aves migratorias para anidar; arrojando al lugar escombros provenientes de la céntrica Plaza Mitre (también en remodelación por aquel tiempo) y restos de escoria de coquería de Siderar.

A decir verdad, tampoco las instancias provinciales que deberían haber actuado hicieron mucho por cuidar el lugar. Después de un amague de parte de la OPDS de suspender las obras, las máquinas volvieron a ingresar, mientras a quienes reclamaban se les decía que las presiones económicas y políticas eran demasiadas para poder hacer valer la clausura de las actividades.

La actualidad

Así es como se llega al momento actual, cuando se anuncia con bombos y platillos la reinauguración de un espacio que, obviamente, habrá perdido su carácter de área natural protegida, y pasará a ser un atractivo turístico más. Pero no conforme con ello y también de manera absolutamente inconsulta y autoritaria, la Municipalidad también avanza sobre la isla que se encuentra frente a las costas sobre el Arroyo Yaguarón, pretendiendo construir una playada artificial “para disfrute de los vecinos”, según explican las autoridades. Se les olvidó decir que, en el proceso, poco importan los derechos de isleños y pescadores, que habitan el territorio de las islas y del río desde hace décadas, en una comunicación y convivencia armoniosa con la naturaleza del lugar; muchos de cuyos ranchos estarían quedando en el camino por el cual debe pasar “el progreso”.

Al respecto, una de las participantes del Acampe, escribió en su muro de Facebook:

Vecinos y vecinas están convocando el Jueves 2 de diciembre, a las 17 hs. en la Plaza Belgrano (la plaza de la radio), para marchar hacia el Consejo Deliberante (18:30 hs.), en reclamo de respuestas sobre as obras en la isla y de una Audiencia pública sobre lo realizado en el Parque Aguiar.