En nuestra última editorial previa a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, debatimos sobre cómo la situación social juega un rol importante en la evidente crisis de representación que atraviesan los partidos burgueses en la Argentina.

Esta columna fue emitida el sábado 5 de agosto en nuestro programa radial Borrador Definitivo. Te invitamos a escucharla:

  • Hay varias cosas que marcan estas elecciones. Una que salta a la vista inmediatamente es la nula existencia de propuestas concretas en los spots de campaña, reemplazadas por slogans supuestamente atrayentes. Al mismo tiempo que lo profundamente girados a la derecha que están todos los discursos.
  • Al mismo tiempo, es una elección atípica por la notable ausencia de las dos figuras políticas más importantes de los últimos 20 años. Tanto Cristina Fernández como Mauricio Macri renunciaron a disputar cargos porque cosechaban más odios que amores, por lo menos en el reflejo de las encuestas.
  • El tercer factor que queremos marcar es algo que ya hemos mencionado muchas veces en editoriales anteriores: la baja participación que se viene manifestando en las elecciones provinciales que ya se celebraron, al igual que el crecimiento de los votos en blanco y nulo. Nada indica que esta instancia de PASO nacional vaya a ser diferente.
  • Todos estos factores, nos parece, son indicadores de un hastío casi generalizado de las clases populares para con la forma de hacer política de la burguesía. A lo que también debemos sumar el rechazo que provoca el crecimiento de la pobreza, los salarios de hambre, la inflación, la creciente precarización laboral y de la vida en general; sobre todo en épocas en que nos dicen que la economía está en crecimiento y que las inversiones en el país aumentan.
  • Las últimas elecciones provinciales fueron en Chubut, y allí nuevamente se ve lo que venimos mencionando: un porcentaje mucho más alto de personas que no votaron a nadie (ya sea porque se abstuvieron o porque votaron en blanco o anularon el voto), si lo comparamos con aquellas que votaron a quien resultó electo, que lo hizo con alrededor del 20% del padrón.
  • Como ya dijimos antes, esto quita legitimidad a los gobiernos que resultan electos de estas elecciones, a su vez que marcan el advenimiento de gobiernos débiles, sobre todo a la hora de aplicar planes de ajuste.
  • Este repudio a la política que se manifiesta en la situación que venimos describiendo es compartido por quienes hacemos Borrador Definitivo. repudio que no es antipolítica sino hartazgo con esta forma de hacer política, de negociados, de gobernar para los intereses empresariales, de democracia representativa que en realidad no representa a nadie. Entendemos que la verdadera democracia es otra cosa, no el hecho de depositar un voto cada tantos años sino tener la posibilidad de decidir de verdad qué destino queremos para nuestra sociedad, con real participación de trabajadores y sectores populares, con los métodos de la democracia directa.
  • Este rechazo, justo es decirlo, tampoco está siendo canalizado por los partidos de izquierda que se presentan a las elecciones, a quienes vemos mucho más preocupados por proponer reivindicaciones parciales sin ser consecuentes a la hora de pensar en cómo cambiar la correlación de fuerzas para conseguirlas. Mientras que no dicen compartir el hartazgo y el enojo de la población para con la política burguesa, muy por el contrario, intentan alentar la participación en las elecciones.
  • A esto hay que agregar que se presentan a elecciones divididos en cuatro listas, entre las que uno no comprende muy bien cuán es la diferencia, más allá de una cuestión de ver quién maneja el aparato y la caja que la obtención de legisladores les otorga.