Desde Borrador Definitivo, continuamos cubriendo sobre la situación en Gaza y sobre el enorme movimiento de solidaridad internacional con el pueblo palestino que recorre el mundo. En esta caso, y para hablar de las tomas de universidades por parte de estudiantes y jóvenes norteamericanos, charlamos con Jorge Majfud.

Jorge Majfud es novelista, ensayista y profesor universitario uruguayo-estadounidense. Actualmente es profesor en Jacksonville University. Nacido en Tacuarembó, Uruguay, estudió en la Universidad de la República del Uruguay, donde se graduó de arquitecto en 1996. Es máster en literatura y Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Georgia en 2008.

Considerado  por la revista Foreign Policy en 2012 como «El intelectual más influyente de América Latina». Es autor de una treintena de libros entre novelas, ensayos y cuentos y sus artículos son publicados ​regularmente  por distintos medios internacionales.


Entrevista por Luis Cuello

Antes de entrar en la entrevista quisiera comentar que su nombre y contacto nos fue dado por una compañera uruguaya, miembro del Comité en Solidaridad por Palestina. No lo conocía pero, al buscar su nombre y encontrarme con una persona con una gran producción intelectual, no pude evitar pensar: “No nos va a dar bola”. Siempre insistente, le mandé un mensaje. Mi sorpresa fue que a los 5 minutos, Jorge me respondió y acordamos entrevista que hoy presentamos. Así como muchísima otra gente que entrevistamos, tuvo la mejor disposición para con nosotros, lo que agradecemos. Invitamos, entonces, a nuestros lectores, a leerla, creo que no tiene desperdicio.

Borrador Definitivo: Buenas tardes Jorge.

Jorge Majfud: Que tal Luis. El gusto es mío conversar un rato con vos.

BD: Hoy, creo que como nunca, producto de las redes, se ha roto el silencio sobre la masacre que está siendo llevada adelante por el Estado sionista contra el pueblo palestino. Miles de muertos, niños, destrucción, hambruna, bueno, todo lo que seguramente conocemos. ¿Cuál es tu reflexión alrededor de este hecho?

JM: Se parece como cuando hay espectáculos de Fuegos artificiales, donde en los últimos segundos se tiran todos los cohetes para crear un clima.  Pero esta es una larga historia que comienza antes de 1948, como bien sabes, con el desplazamiento de la población nativa, incluso hasta judíos que fueron desplazados por sionistas que llegaban en barcos con las esvásticas nazis, porque tenían acuerdos con los nazis en Alemania, y recuerdan el Haavará Agreement (el encuentro de Haavará.[1]). Y continuó, porque hubo varias masacres, a veces de miles de palestinos. En esa época no había teléfonos celulares, la prensa estaba mucho más dominada. Actualmente mucha gente está mirando otros medios, y eso es lo que más les está molestando, es más difícil de controlar.

Toda esa barbarie, toda esta masacre que es inaudita en número, porque estábamos hablando de 35.000 muertos masacrados en pocos meses, más los decenas de miles que están sepultados debajo de los escombros, más los amputados, más los traumatizados, niños, jóvenes, adultos, aquellos que están muriendo, como escuchaba unos días atrás por médicos estadounidenses, que contaban ver gente con enfermedades comunes, como una hepatitis común o alguna otra enfermedad como diabetes, muriéndose en la calle porque no hay hospitales, no hay medicinas. Es una tragedia total. Pero además, es la permanente y ya histórica deshumanización, un profundísimo racismo que deshumaniza al otro antes de masacrarlo, antes de eliminarlo. De hecho, ya lo hacen a cara descubierta en los medios, en las reuniones de gabinete en Tel Aviv, en Israel, en los noticieros israelíes e incluso europeos, e incluso algunos estadounidenses. En las declaraciones de algunos rabinos y de muchos, diciendo directamente que hay que eliminar a todos los palestinos, que no se puede dejar a ninguno porque son terroristas. A los niños, porque no son seres humanos, que son subhumanos o son animales, que por lo tanto hay que matarlos todos. En estas horas invadieron el sur, la última zona de lo que queda de la Franja de Gaza, con una invasión terrestre como si hubiera posibilidades de resistencia. Muy amablemente tiraron panfletos desde el cielo, desde aviones, advirtiendo a la población que se retire de las zonas porque iban a invadir. ¿Adónde van a ir esas gentes si ya son desplazados?

BD: Claro, a Rafah donde llegaron todos los palestinos desplazados de casi toda la Franja de Gaza.

JM: Desplazados y simultáneamente bombardeados. Y ahora han cortado la última conexión, la última puerta de ayuda humanitaria, que era contra la frontera en Egipto. Y eso es el ejército. Pero estamos viendo manifestantes civiles festejando eso con mucha alegría y banderas. Es una deshumanización, es un profundo racismo que cuando uno crítica lo atacan de racista, es decir, de antisemita. Es un absurdo total y absoluto.

Pero yo creo que eso no puede durar para siempre y lo estamos viendo. En el mundo empieza una concientización muy clara de que eso es un abuso racista… profundamente racista. Que no somos antisemitas aquellos que consideramos que todos los seres humanos son iguales, que tenemos derecho a las mismas cosas, a las mismas libertades. Que no vale la libertad del esclavista, es decir, del poderoso, y la esclavización del resto. No vale. Eso no es humanista, no está dentro de nuestros valores. Pero claro, aquellos que estamos en esa posición somos atacados como que queremos la destrucción del Estado de Israel. Pero hay muchos judíos acá en Estados Unidos que lo dicen, que Israel no debería existir. Ni siquiera son los palestinos los que lo están diciendo, ellos simplemente están reclamando sus derechos como país, como pueblo, y encima que no los masacren. Es decir, están en una posición mucho más moderada políticamente. Pero igual los masacran. Y cuando reaccionan -y eso es un derecho reconocido hasta por la ONU pero hasta por el sentido común- porque están siendo invadidos, están siendo brutalizados, están siendo masacrados, y toman un arma, los catalogan como terroristas. Es el absurdo repetido, multiplicado varias veces, pero bueno, eso es lo que estamos viendo.

“… matar con bombas, hambre, cortar el agua, cortar la luz, eliminar hospitales, escuelas, todo eso está claramente definido como elementos de genocidio, de limpieza étnica”

BD: Sin embargo, más allá del dolor y la bronca que nos provoca esta realidad, es interesante ver este movimiento de solidaridad internacional que viene surgiendo en todas partes.

JM: Sí. Mucha gente acá en Estados Unidos, especialmente los jóvenes, están cambiando esta perspectiva de una forma bastante acelerada. Y eso es la gran debacle que está logrando el gobierno de Netanyahu. La concientización no solamente acá en Estados Unidos, sino en muchas partes del mundo. La narrativa que es difundida por la propaganda histórica de que hay una sola víctima y los demás son terroristas ya no funciona. No se la cree nadie. Creo que no se la creen ni siquiera los que están defendiendo la masacre o los que se hacen los tontos y no dicen absolutamente nada. Y es que matar con bombas, hambre, cortar el agua, cortar la luz, eliminar hospitales, escuelas, todo eso está claramente definido como elementos de genocidio, de limpieza étnica. Basado no en la clásica narrativa de superioridad racial nazi, pero en algo muy parecido, que es la superioridad étnica: “Somos superiores. ¿Por qué? Bueno, porque nuestro Dios lo dice”. Entonces, cuando vengan  y nos maten, nos masacren también dicen que son elegidos de Dios y no podemos decir nada, porque bueno, también el Dios de ellos les dijo que eran superiores. Ahora, ¿ser superior también es una razón para matar? ¿O no será que es solamente esa creencia tonta de creerse superiores racialmente o por nacimiento? Pero además hay un odio inoculado por generaciones que, más allá de creerse superiores, además desean la eliminación del resto o el sometimiento del resto. Más racista que eso en el mundo no lo encontramos.

BD: Jorge, vos residís en Estados Unidos y sos docente universitario en Jacksonville University, en el norte de Florida. Estados Unidos ha sido uno de los países donde más movilizaciones ha habido en solidaridad con el pueblo palestino. Y hoy aparece esta cuestión de los estudiantes universitarios tomando los campos de las universidades planteando el tema palestino. ¿Cómo se ve este proceso desde dentro?

JM: Y además en contra de todo el poderoso aparataje mediático. Es decir, es bastante admirable en ese aspecto. Es cierto que ya hay antecedentes de estudiantiles contra la guerra de Vietnam en los 60, hay antecedentes de las protestas estudiantiles contra el apartheid en Sudáfrica en los 80, cuando el mismo presidente Ronald Reagan decía que eran los aliados del mundo libre, y que no podían estar contra el apartheid de Sudáfrica. Es decir, otra vez la libertad del esclavista, porque es el concepto del mundo libre.

Los estudiantes en esa época, bien informados como están hoy, insistieron en la desinversión de las universidades, es decir del capital financiero de las universidades, que en parte es aportado por lo que los estudiantes pagan, por los préstamos que toman los estudiantes a futuro. Y lograron que fuera así.

BD: Claro, porque en Estados Unidos las universidades son pagas, ¿no?

JM: Pagas y muy bien pagas. Son caras, incluso las públicas. Las públicas en Estados Unidos eran bastante gratis, y luego, por el proceso neoliberal que puso como ejemplo el experimento en Chile después de la caída de Allende, se importó a Estados Unidos ese modelo y se comenzó a desfinanciar todo el aparataje público que había creado Franklin Delano Roosevelt en los 30, que fue llamado socialista, comunista, etc., por la oposición. Todo ese aparataje público estatal, gratuito, fue desmantelado, excepto los  subsidios a las grandes compañías y a los grandes granjeros.

Pero las universidades siguen siendo progresivamente desfinanciadas, incluso la educación pública con escuelas chárter. ¿Qué son las escuelas chárter?: una  forma de desfinanciar la escuela pública que ya existe, estoy hablando de la secundaria y la primaria, y pasar ese dinero a los capitales privados a través de vouchers. Incluso Millei quiere hacer algo parecido. Es la vieja receta de los gobiernos que dicen que todo lo público es malvado, pero sigue financiando a los grandes capitales privados, no a las pequeñas y medianas empresas, sino a los grandes capitales privados, a través de ese juego clásico.

En el caso de las universidades en Estados Unidos, fueron desfinanciadas. Y voy a tu observación: las universidades  comenzaron a ser cada vez más caras, hoy andan por los 20, 25 mil dólares por persona, por estudiante, por año, y más lo que tienen que pagar para vivir. En el caso nuestro, la Universidad de Jacksonville es privada, pero no es una empresa privada, es más como una cooperativa, porque no tiene un dueño, y los presidentes vienen y se van. El fondo, no tiene fines de lucro, sino que está dedicado para construir edificios, para pagar más salario, etc. Ya pesar de no ser una empresa privada,  sí que son caras. Pueden andar una universidad como la nuestra, en 35 mil por año, más el pago de los apartamentos, porque la mayoría son extranjeros o de otros estados. Yo diría que el 10% de mis estudiantes nacieron acá, y la mayoría vienen de California, de Nueva York, etc., o de Europa, de Asia, de África. Entonces, tienen que pagar alquiler, y eso en promedio puede llevar a unos 60 mil dólares. Y los estudiantes deben pedir préstamos, que terminan pagando en 20, 30 años, 3, 4, 5 veces más por el tema de los intereses.

Y ellos están muy bien informados, y saben, no solamente, como te mencionaba  el caso de Sudáfrica, que lograron desinversión de muchas universidades en negocios del Apartheid.  Luego ocurrió también varias otras luchas estudiantiles, por ejemplo, el 2011, el 2015, y ahora esta última, con la misma reivindicación: desfinanciar, sacar los capitales invertidos en 3 o 4 industrias claves. La primera más importante es la industria de la guerra.

BD: ¿Vos te referís que estas instituciones, por ejemplo, la Universidad de Columbia, hacen estas inversiones?

JM: Claro. Pues, como es un mundo capitalista, cualquier empresa que tiene cierto capital disponible, y acá estamos hablando de billones de dólares en cada universidad de capital disponible, no puedes dejar eso en una caja. Tienes que invertirlo en algún lugar, porque si no, se te achica. Pero además, al invertirlo, estás multiplicando ese dinero. Y eso hacen las universidades. ¿Pero qué pasa con los estudiantes? Los que pagan los préstamos, están pagando el doble. De ahí la gran frustración de muchas generaciones, por eso es que viven trabajando, y no pueden salir a protestar ni nada, porque si pierden su trabajo, pierden todo. Y además están endeudados, entonces tienen que callarse en muchos casos. Pero a pesar de esto ya llevamos en Estados Unidos unos 2.400 estudiantes detenidos, cuyos currículos ya están manchados para muchas empresas.

Pero volviendo a las inversiones de las Universidades, invierten en muchos negocios. En los retiros privados, por ejemplo, sin pedirle permiso a nadie. Y muchas veces esos fondos,  gran parte de las inversiones más jugosas, están en la industria de la guerra y la muerte. Son administradas por grandes megas corporaciones, como Black Rock Corporation, Street State Corporation. Hay tres grandes en Estados Unidos y manejan un capital varias veces la economía de Estados Unidos, la mayor economía en este momento del mundo.

BD: Y esto también funciona con las inversiones de las universidades…

JM: Seguro. Entonces los estudiantes dicen: inviértanlo… pero no ahí. Primero, no en la industria de la guerra, que está en gran medida conectado con Israel, que domina esa industria, y por lo tanto con las matanzas de Palestina. No lo inviertan en cárceles privadas, que es un gran negocio también. No lo inviertan en las industrias contaminantes, que están destruyendo el planeta. Es decir, los estudiantes están informados de más, de sobra, y entonces, como saben lo que están haciendo, saben la información real y crucial, que muchos no la tienen, protestan y son demonizados como peligrosos, revoltosos. La ironía es que toda la violencia ha procedido de dos fuentes. No de quienes protestan en 50 universidades de Estados Unidos y ahora se están agregando algunos liceos o colegios secundarios, incluso en el MIT en Massachusetts, se agregaron jóvenes de la secundaria. La violencia procede primero de la policía, como hemos visto con la represión; y de los grupos anti protestas, que en este momento han causado varios incidentes violentos, muy violentos, ante la mirada pasiva de la policía, y ninguno de ellos fue arrestado. Hasta el momento no hay ninguno de esos grupos arrestados, pero sí hay 2.400 manifestantes pacíficos arrestados.

BD: Algo de cómo se viene dando este proceso en Estados Unidos que nos resulta muy interesante, es que vemos que hay un sector de origen judío que interviene fuertemente en este proceso, de judío no sionista.

JM: Exacto, y anti sionista de hecho. Hay una gran cantidad de judíos, no solamente por nacimiento, por su familia, etc., sino practicantes. En Israel también los hay. Yo recuerdo haber estado ahí en el año 95, días antes de que mataran a Rabin[2]. Bien, me detuvieron en Tel Aviv varias veces, me interrogaron, etc. Y recuerdo haber pasado  por el norte de Israel caminando, y había un todo barrio que era anti sionista. Y claro, en esa época no era tan violento como ocurrió porque después de la muerte de Isaac Rabín,  todo se volvió mucho más radicalizado. Ya había violencia anticipada  a finales de los 80, pero hubo un momento de cierto paréntesis,  el cual tuve la oportunidad de vivir cuando visite ese lugar ahí. Después  todo se fue al diablo, se radicalizó, como ustedes saben.

Netanyahu celebró el fortalecimiento y el triunfo de Hamas en Gaza, y también lo dijeron muchos políticos acá, algunos conservadores, otros demócratas. Israel prácticamente había creado ese grupo, quería que ganara en Gaza. Incluso de acá, en Estados Unidos, se apoyó muchos grupos, incluso del Medio Oriente, como el ISIS, o los talibanes, etc. Es una historia conocida.

En Estados Unidos, la mayoría de los judíos, no ricos, digamos, o de clase media baja, la mayoría son, por estadística, votantes de la izquierda, y muchos son anti sionistas. No todos, pero sí muchos son anti sionistas. Ahora, el despertar de la situación de Palestina es multiétnico. Gente, desde rubios, negros, árabes, judíos, que están fuertemente en contra de la masacre y en contra de la ocupación. Mi amiga Aviva Chomsky, por ejemplo, de hecho, considera que el Estado israelí debería ser un solo Estado pluricultural, pero claro, eso es casi impráctico en este momento. La candidata Sheil Stein, también judía, está totalmente en contra del sionismo, en contra de la masacre. Lo ha dicho de una forma muy firme en varios medios. Ha hecho campañas para desfinanciar al gobierno y al ejército israelí.

Recordemos que de acá se envían aproximadamente año por año unos 13.000 millones de dólares, y el último envío fueron de 27.000 millones. Al mismo tiempo que Biden criticaba o decía que ha sido una situación muy violenta,  de hecho, respalda a Israel. Tiran algunas migajas de comida en paracaídas, ahí en el mar para que algunos palestinos se mueran ahogados, prácticamente. Y al mismo tiempo están enviando municiones, armas y todo el apoyo militar y el apoyo moral, de hecho, para que sigan masacrando.  

BD: Parece ser un movimiento mucho más generalizado que acá en Sudamérica, por lo que nos contás.

JM: Para responder a tu pregunta, hay muchísimos… Más que en Argentina, me parece. Más que en Uruguay. Acá la tradición judía pro-Palestina es mucho, mucho más fuerte que en Sudamérica. Y aquí hago un paréntesis: recordemos que el sur todavía hay muchos países que son neo colonias, que los han recolonizado con las deudas. La deuda de Toto Caputo, en el 2017, fue una de las estrategias de volver a colonizar. El triunfo de Milei también fue otra estrategia. Y antes que ganara Millei, lo publique varias veces en Página 12, y  a pesar de que yo en cierto momento tuve cierta esperanza de que no ganara,  advertí que cuidado, que esto ha ocurrido antes, los mercenarios que se dedican a eso y se jactan de ganar elecciones, como Cambridge Analytica, o uno muy famoso, muy poderoso y más secreto, que se llama Team Jorge. Ellos se jactan de cobrar algunos millones de dólares y ganar elecciones,  con una poderosísima red de bots que son muy baratos, con la estrategia de manipular la opinión pública en elecciones. Y eso ocurrió, se vio en muchos países y se estaba viendo claramente, en el caso de las elecciones argentinas. Y cuando Millei y Macri decían que las elecciones podían ser fraguadas en su proceso, fue una copia del discurso de acá, de Trump. Una copia absoluta, así como el asalto de Planalto en Brasil fue una copia del asalto del Congreso en Estados Unidos, entonces el que no ve patrones es porque está ciego. Entonces clarísimamente había una campaña de bots en Argentina y esto fue una forma de recolonizar a la Argentina y otros países africanos a través de las deudas. Y esas deudas van a invertirse en la industria de la guerra. Estamos siempre dentro del mismo circuito y de la misma logística.

BD: Y a esto se están oponiendo los estudiantes americanos.

JM: Exacto, e insisto, lo saben perfectamente, saben lo que están haciendo. Además se dedican a demonizarlos diciendo que son anti-israelí, que buscan el caos. Elon Musk dijo que eran anti-americanos. Un señor inmigrante que odia tanto a los inmigrantes pobres indocumentados acá, que vive posteando en su propia red y que cada vez que postea algo, recibe millones de visitas o interacciones, que detesta a los inmigrantes pobres, que los culpa de toda la violencia acá en Estados Unidos, cosa que además es falso, porque al contrario, este sector tiene una criminalidad tres veces más baja que el estadounidense común. Ese señor ultra-visionario, dijo que las manifestaciones de estudiantes eran anti-americanas. Es decir, que hasta se confunde a Israel con Estados Unidos. Bueno, ese cipayismo luego se considera lo más patriota. Uds en Argentina lo ven en el caso de Millei. Tiene una lealtad mucho mayor a Israel.

BD: Parece que en Estados Unidos no hay grieta entre los sectores gobernantes, entre los republicanos y los demócratas, por lo menos respecto de estos temas que estamos hablando.

JM: No, es un partido solo. Pero además están los dos comprados por el gran capital. No pueden ser senadores, no pueden ser presidentes, si no son leales a ese gran capital, que depende de ellos. Y lo vemos incluso hasta en el simple discurso. Hay cero diferencias en sus políticas, hay cero diferencias en la posición internacional y sobre todo en su posición sobre el conflicto palestino-israelí . Entre Biden y Trump no hay ninguna diferencia. No hay un tercer partido, que es lo más urgente que debería haber. Un fuerte tercer partido divorciado de los grandes capitales. Pero sin grandes capitales no hay posibilidad de llegar a la Casa Blanca, o tener muchos senadores que es fundamental. Entonces es elegir entre malo y peor. Yo siempre he insistido que, bueno, estamos en esta situación donde hay que elegir el menos malo. Pero en este momento no voy a elegir el menos malo. Simplemente no voy a votar por ninguno, ni por Trump ni por Biden, si es que finalmente los dos llegan a competir por la presidencia. Y si no llegan ellos, llegará alguien muy parecido que los reemplazará. Entonces votaré por alguno irrelevante, Cornel West o Jill Stein, o alguno de esos. Pero posibilidad cero de una gran influencia política.

BD: Y según tu mirada, ¿como está resultando en este momento la movilización estudiantil?

JM: Ahora, el movimiento estudiantil está teniendo resultados concretos. Varias universidades han decidido negociar con ellos, y han acordado mover sus inversiones. Sacar sus inversiones, de esas industrias que los estudiantes estaban reclamando . Claro, es una ironía decir que es una industria, pero bueno, digamos el complejo militar, el negocio de la muerte, como quieran llamarlo. Entonces son logros muy concretos. No es simplemente gritar o enojarse. Están logrando eso y la prensa no lo está mencionando. Pero así como lograron en el pasado, en el 2015, en el 2011, en 1985, en el caso de Sudáfrica, lograron concretamente lo que se llama desinversión en esos sectores. Bueno, el segundo gran logro es un terremoto de concientización que está teniendo un fuerte efecto en la juventud, y lo estamos viendo en las encuestas. La juventud tiene una posición claramente pro-palestina cuando los baby boomers o los mayores de 55 o 60 años, abrumadoramente son pro-israelíes. Estamos hablando de las causas, la libertad palestina, de la humanización de los palestinos, o lo contrario. Bueno, hay un quiebre generacional muy claro ahí.

BD: Te agradezco infinitamente, Jorge. Ha sido un honor tenerte en el programa y seguir apostando por una Palestina libre desde el Jordán hasta el Mediterráneo.

JM: Claro que sí, el gusto y el honor es mío. Me siento obligado a contribuir, aunque sea con un pequeño granito de arena. Cada uno sabe qué es lo que puede hacer, y bueno, si hay algo que podemos hacer, es inmoral no hacerlo.


[1] Haavará Agreement. Acuerdo entre el estado de la Alemania nazi y los líderes sionistas, que incluía que los nazis organizaran los viajes, de modo que los judíos alemanes llegaban a Palestina en barcos que ondeaban la bandera con la esvástica. Las SA organizaron campos de entrenamiento para preparar a las juventudes sionistas en su emigración, además de imprimir su propaganda y contribuir a la difusión del proyecto y a la organización de los actos.

[2] Isaac Rabin había sido Primer Ministro Israelí. Fue asesinado por el ultranacionalista judío Yigal Amir el 4 de noviembre de 1995. Rabin era partidario de la integración juio-palestina y de la posibilidad de la autodeterminación de la nación palestina. Dos años antes, Rabin, enonces Primer Ministro, y Yasir Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), se habían dado la mano y hasta habían esbozado una sonrisa durante la firma de los Acuerdos de Oslo, que buscaba sentar las bases para la autodeterminación palestina.