Ismael Jalil es abogado, pero fundamentalmente es un militante por los derechos humanos; colaborador de distintos espacios, entre ellos la Correpi. Hablamos con él sobre la brutal represión contra manifestantes que se oponían a la Ley Bases en el Congreso y sobre el entramado que hay detrás de estas políticas.
Al momento de realizarse esta entrevista, permanecían detenidas 16 personas por movilizarse contra la Ley Bases. En los días posteriores y gracias a la movilización y la solidaridad recogida, la justicia ordenó la libertad de 11 de los detenidos, permaneciendo en cautiverio hasta la actualidad, 5 manifestantes.
Entrevista por Luis Cuello
BORRADOR DEFINITIVO: Buenas tardes Ismael muchísimo gusto y gracias.
Ismael Jalil: Gracias a vos por comunicarte y un saludo a toda la audiencia de Borrador Definitivo y un gusto colaborar con ustedes.
BD: Para ir un al tema de la actualidad, el miércoles del tratamiento de la llamada Ley bases, se armó todo un operativo de provocación y represión al mismo tiempo –a lo cual ya nos tienen muy acostumbrados esta ministra Bullrich y este gobierno-. Hubo además una cantidad importante de detenidos. ¿Nos podés contar un poco cuál es la situación?
IJ: Vamos primero a la cuestión específica judicial para después nos adentrarnos en las consideraciones políticas. Los treinta y tres compañeros (que fueron detenidos durante la movilización) en principio estaban detenidos por delitos menores que les imputaban. Por ejemplo, resistencia a la autoridad y daños, que son de jurisdicción de la Capital Federal, de la justicia ordinaria. Y se suponía que al día siguiente, después de declarar, los tenían que liberar. Pero al día siguiente, el día jueves, apareció un escrito en el Juzgado de María Servini de Cubría firmado por el fiscal Stornelli por el cual les imputaba catorce delitos, con la acusación general de terrorismo, con lo cual pedía directamente la prisión preventiva de todos y se negaba a cualquier salida. Este es el motivo por lo cual fueron trasladados a Comodoro Py, donde todos fueron indagados el día viernes, y el mismo día se resolvió que diecisiete de los treinta y tres salieran en libertad excarcelados, pero dieciséis quedaran presos (NdR: de estos 16, 11 salieron en libertad días después, quedando detenidos 5 compañeros) sobre los que ahora estamos trabajando. Fueron trasladados a la a las distintas unidades penales de Marcos Paz, Ezeiza y Devoto, con una imputación que es una locura. Pero bueno en este momento las denegatorias de las excarcelaciones a los dieciséis fueron apeladas y se tiene que tramitar ahora el recurso para ver si la Cámara los suelta. Así es que diecisiete afuera, dieciséis adentro; con imputación federal de una multitud de delitos de carácter muy grave que, si fuera cierto lo que dice el fiscal, es una base mínima de quince años de prisión.
BD: Lo cual no lleva a los móviles políticos, ¿no?
IJ: Así es, más allá de esta cuestión técnica, acá hay que analizar lo político. Y lo político creo que está indicando que esto fue un plan pergeñado desde lo más alto del poder en la Argentina. Es decir un plan pergeñado desde el interés de un grupo de empresas que manejan los capitalistas más importantes de la Argentina. Esto es así a punto tal que esta ley, sobre todo el famoso capítulo del RIGI, está claro que ha sido escrito desde el estudio jurídico de las mineras y petroleras de la República Argentina. Es decir que es un estudio jurídico al servicio de estas empresas que le ha puesto la estructura técnico-legal a la ley y no han tenido ningún reparo en reconocerlo. De hecho, una de las que estaba asesorando a los senadores era una abogada que forma parte de ese estudio. E insisto que ese estudio está íntimamente ligado a los grandes capitales, que en la Argentina están representados por Paolo Rocca, Bulgueroni y otros.
BD: Y también Irsa…
IJ: Claro. Todos ellos decidieron que la ley tenía que salir o salir. Caputo, naturalmente; “Nicky” Caputo, el primo del éste que luce de Ministro de Economía, y toda esa gente que, ya sabemos, tienen un apetito voraz. Porque lo que caracteriza al gran capital en este momento es que decidieron que esta ley tenía que pasar, y para eso, tenía que hacer el menor ruido posible. Y para eso recurrieron a dos herramientas. Una fue, en el Senado finalmente, donde el presidente tenía razón: hay un nido de ratas, y las ratas éstas son las que, por ejemplo, aceptaron el cargo en la UNESCO o dieron el quórum como Lousteau, o se levantaron del asiento como los peronistas que se fueron para garantizarles la aprobación de las atribuciones delegadas. O el otro peronismo que se quedó cuando debió haberse levantado e irse también, pero resulta que estaba involucrado en la misma maniobra.
BD: Todo el entramado al que nos tiene acostumbrados este régimen, tanto en la Cámara de Senadores como la de Diputados. Esto se ha se ha puesto nuevamente de manifiesto y el gobierno como parte de eso.
IJ: No tengas ninguna duda. Esto es lo que llevó el gobierno a la decisión de impulsar, dentro la Ley Bases, el RIGI y la reforma laboral, que son dos cosas muy graves y que debían aprobarse sí o sí. Y para eso el tratamiento mediático debía ponerlos en un segundo término, digamos, debía correrse el eje de discusión de la gravedad terrible que significa una ley tan oprobiosa como ésta. Entonces, la forma que encontraron es doblemente beneficiosa para ellos porque, por un lado, les da la posibilidad de la aprobación de la ley; era despejar a la plaza, que no quede nadie. Pero a su vez, la brutalidad y la violencia que desplegaron sobre cualquiera que andaba por ahí. Claro, menos sobre los que “misteriosamente”… (NdR: quemaron el móvil de Cadena 3) a diez metros de la policía y sin embargo nada les pasó.
Y además esto implica para ellos un cambio de régimen, es decir un cambio de época, ¿no? De etapa por lo menos. Porque con la gran represión desatada, con esto de enrostrar los delitos que enrostraron, con los días que van a pasar detenidos nuestras compañeras y compañeros, lo que hicieron fue correr el tema de la gravedad de lo que significa la aprobación de esta ley, y suplantarlo con el despliegue represivo y con la demonización de los manifestantes, con la idea de que se tiene que terminar la protesta social en Argentina. Es decir: quieren gobernar haciendo todo el daño posible sin que las víctimas siquiera se puedan resistir. Vemos entonces un plan que se diseñó desde arriba, que se ejecutó en la plaza durante toda la jornada, donde fueron varias las provocaciones de las fuerzas de seguridad, a punto tal que no respetaron ni a los propios diputados que fueron agredidos. Y después, a eso de las cuatro de la tarde, que es cuando aparecen los incidentes esos que terminan con el incendio del auto y que ocupó la atención de todos los medios hegemónicos, pero que en realidad era cometido por un grupo “misterioso” que “misteriosamente” -valga la redundancia- salía y entraba sin problemas de las vallas manejadas por la propia policía de la señora Patricia Bullrich, a esta altura mucho más que una Ministra de Seguridad, una especie de encargada de campo de concentración abierto. Ahí se desató la represión indiscriminada.
BD: Es muy interesante tu análisis en cómo buscaron correr este eje mediático. Pero quiero ir a un problema que me parece que es muy de fondo, que es esta cuestión de crear la figura de “terrorismo”. Incluso antes de esta represión había una resolución en el Boletín Oficial donde el gobierno se arroga el derecho de ampliar este término arbitrariamente.
IJ: Precisamente a eso me iba a referir ahora mismo. Históricamente, la definición de terrorismo alcanza, según Naciones Unidas, a todos aquellos actos de guerra en tiempo de paz, y eso cerraba en alguna medida la cuestión del terrorismo como definición y la limitaba a un acto de guerra. Y un acto de guerra no es ir a una manifestación, por supuesto. Un acto de guerra, por ejemplo, disparar sobre la población. Pero aparece acá un cambio de paradigmas en el mundo desde el momento en que el capitalismo entró en esa crisis después del 2008 y se empezó a reorganizar orgánicamente. Uno de los detalles era la concentración de riqueza y la lucha y la disputa del capitalismo entre los capitales tradicionales de inversores productivos, incluso empresas multinacionales; con aquello que se dedicaba, a la especulación financiera. Pero sin embargo, a pesar de esta disputa dicen ellos, intra-clase dominante, hay algo en la que coinciden que es disputar estas cuestiones teniendo disciplinados a los de abajo, porque en la lógica de la lucha de clases, si tenemos abierto el frente de los trabajadores significa un problema. Y como en eso la derecha es muy piola y se une siempre, decidieron instrumentar un proceso de concentración, además de la riqueza, de concentración de todo el despliegue represivo; y para eso necesitan cosas como éstas que vos bien recién anotabas.
BD: Es decir, crear un enemigo interno, crear el diablo.
IJ: Absolutamente, y esto va en consonancia con lo que ha hecho el Comando Sur de los Estados Unidos al plantear, en su momento, la posibilidad de un enemigo interior, la hipótesis de conflicto que se maneja para lugares como los nuestros en donde lo primero que surge son las cuestiones sociales, son las cuestiones de los resistentes por la falta de trabajo, por la pérdida del poder adquisitivo, por la miseria, por la pobreza, por las diferencias en materia de género, por la pertenencia a pueblos originarios…
BD: Cuando fue la desaparición de Santiago Maldonado, eso venía precedido por la agitación un nuevo enemigo, que eran los mapuche, a quienes se señalaba como terroristas. O en Chile y Colombia, la primera línea de la revuelta…
IJ: O la “montonerización” de la Patagonia, como dijo el señor Pichetto en su momento. La burguesía la tenía muy clara y tienen sus operadores que son capaces de decir cualquier cosa, pero también de ser muy efectivos a la hora de darle los instrumentos para que esa realidad se materialice, ¿no?
BD: Claro, y con los medios hegemónicos como una comparsa en esta cuestión de generar ese enemigo interno.
IJ: No tengas dudas. Sin ellos esto no sería posible. Porque una de las cuestiones básicas que requieren un despliegue de estas características es el consenso. Y el consenso se da con la creación de estas noticias a modo tal que nunca te des cuenta que te están manipulando, que no te están informando sino que te están manipulando. Que es un poco lo que hoy hacen los medios hegemónicos. Por eso es tristísimo el papel de ciertos comunicadores que son operadores políticos.
BD: Pero esta cuestión de esa creación del enemigo, viene siendo una política del propio imperialismo desde hace años. Como casi toda la política que está aplicando este gobierno.
IJ: Sí, absolutamente. Eso está claro. Por eso digo que de esto no están excluidas las responsables internacionales, porque es una política que se ha diseñado internacionalmente. Digamos, las payasadas a las que estamos acostumbrados por parte de Milei en el último tiempo, son mucho más graves de lo que nosotros pensamos. El payaso presidencial, no es que está haciendo payasadas sencillamente porque es un payaso. ¡No! Ni es payaso ni está loco. Está cumpliendo un rol. Era un payaso y un loco hasta que estuvo con posibilidades de ganar, pero el poder se dio cuenta que lo podía utilizar y entonces lo formateó. Y hoy responde a eso. Esa es la realidad. Por eso mandó ese comunicado, que habla de terrorismo, de golpe de Estado, que después se continúa con la “encargada del campo de concentración al cielo abierto”, la señora Patricia Bullrich, que plantea “A mí me importa un carajo que sean diputados, vamos a salir a reprimir como sea” . Y que se corrobora, que tiene su continuidad con el otro poder del Estado que se implica, que es la Justicia, y que tiene en el fiscal Stornelli un hombre sin el más mínimo decoro, sin la más mínima moral para estar donde está, porque es un tipo que fue imputado por la justicia, por un delito gravísimo, y se negó a ir a declarar. Es paradójico que ese fiscal hable de la posibilidad de que alguien se fugue o de que alguien entorpezca o no cumpla con el requerimiento judicial. Realmente es paradójico. Y es el tipo que ahora…
BD: Ese es el tipo que ahora imputa a estos compañeros, en causas totalmente inventadas, donde se intenta decir que movilizarse no es un derecho constitucional, sino un acto terrorista.
IJ: Absolutamente, eso es lo que ha hecho. Y donde además no especifica nada, Es decir, es una imputación genérica. No dice que “Ismael Jalil estaba parado en la esquina de Chile y Lima en el momento en que aparece una moto y agrede a esa moto con una piedra a las 18.45…” ¡Nada! No dice nada de eso. Dice que todos ellos estaban en un lugar donde ocurrieron estos hechos que pueden calificarse de tal manera. ¡Una aberración! ¿Pero sabés qué pone en evidencia esto? Que para firmar una cosa así desde el Poder Judicial, vos tenés que estar seguro de que tenés un nivel de impunidad que te permite decir que por eso no te van a sancionar ni te van a sacar el cargo. Y que de algún modo te acompañan desde arriba. Obviamente. Porque técnicamente es una aberración lo que se ha hecho este fin de semana.
BD: Bueno, ahí hay un “toma y daca”: hacé tal cosa, yo te doy tal cosa. Lo mismo que funcionó en el Senado.
IJ: Exactamente. Exactamente. Por eso dije al principio: entre el soborno y la represión salió una ley que a esta altura más que Ley Bases es Ley Gases.
BD: Que habrá que enfrentar. Yo soy de los que creen que llevará su tiempo porque también convengamos que lo que se podría llamar “la oposición” estuvo totalmente ausente, ¿no? Dentro y fuera.
IJ: Bueno, yo decía el otro día que el que gobierne esta gente, y que esté haciendo lo que está haciendo, con cierto consenso aún, habla más mal de nosotros que de ellos. Y en esta ocasión me corresponde decir que, así como hay un divorcio absoluto del gobierno con la realidad, hay un divorcio absoluto de nuestra clase dirigente con todos nosotros. Y ahí es donde uno está reclamando que advertimos que acá hay un cambio de régimen, un cambio de etapa. Y que se necesita un planteo de unidad en la acción. Pero unidad en serio, no una unión circunstancial, sino una unidad en serio, detrás de tres o cuatro puntos claves que permitan decir cómo nos paramos frente a esto y sostenemos de algún modo la posibilidad de tener nuestra voz y nuestro accionar contra estas barbaridades.
BD: Obviamente esto significa una multiplicidad de miradas y debates. Y significa también reconocer un problema de fondo: mientras ocurría esto, los dirigentes de la CGT estaban en Ginebra en la OIT.
IJ: Bueno, pero ellos no quedan afuera de esto. Ellos no están de nuestro lado. En la movilización hubo unos gremios que armaron una especie de escenografía: “Llegamos acá, bueno, listo, llegó la hora, volvemos, nosotros nos opusimos, pero conseguimos lo de Ganancia, conseguimos esto…”. Entender eso también es un problema, porque eso yo creo que empieza a ser percibido por los trabajadores, ¿no?, las entregas de este tipo. De hecho, hubo -y fui testigo- algunas reacciones de parte de compañeras y compañeros de distintos gremios contra sus conducciones cuando llegó la orden de dejar la plaza antes de los incidentes de que estamos hablando. La misma gente se plantó y dijo: “Nosotros vinimos a aguantar hasta la hora que sea”. Y hubo discusiones muy fuertes ahí, discusiones muy fuertes. Pero bueno, este es un poco el panorama, y yo creo que uno no puede perder de ninguna manera la expectativa en el futuro.
BD: No, por supuesto; pero habrá que ver cómo se organiza esa bronca, como vos decís, unitariamente, pero unitariamente con quienes estén dispuestos, porque si no…
IJ: Por supuesto. Bueno, a esta altura ya quedó claro con quiénes sí y con quiénes no, me parece. O por lo menos, si no quedó claro, estamos en vías de saberlo. Y esto va a ser un hecho, un punto de inflexión en ese sentido, ¿no? “¿Dónde estuviste vos el día que se trató esto? ¿Titubeaste, estuviste en Ginebra, retiraste a la gente antes? Y flaco… estuviste del otro lado. Vos, no tu gente, vos, ¿entendés?”
BD: Bueno, Ismael, te agradezco muchísimo, ha sido un verdadero gusto, y en lo inmediato, esperemos por la libertad de los compañeros. Y también esperemos ver cómo logramos reagrupar las fuerzas para enfrentar esto que nos propone este gobierno capitalista hasta los tuétanos, ¿no?
IJ: Déjame mandar un saludo a todos los compañeros y compañeras abogadas y abogados que se movilizaron de las distintas organizaciones, la Red de Abogados Federal, que estamos integrando entre todas las organizaciones, sean del palo que fuere. Porque la verdad que hay una banda de pibes en la profesión que la dignifican totalmente, porque no están en la profesión, sino que están en la lucha con la profesión al servicio de la lucha. Entonces me parece que es necesario también reivindicar a todos esos compañeros, antes que colegas, ¿no?
BD: Sí, de la misma forma en que nosotros hemos reivindicado a los medios independientes.
IJ: No tengas dudas. Siempre digo que una cosa es un medio hegemónico -que no es un medio grande, sino que es hegemónico, que es otra cosa- que un medio alternativo y alterativo, como son, por ejemplo, La Retaguardia. Lo pongo como ejemplo de unos cuantos, que permiten colocar ahí la voz de los que no la tienen y la mirada que no está en los medios hegemónicos. Así que, bueno, un saludo para ustedes, para toda la gente de Rosario, gracias por llamar.
BD: No, por favor, gracias a vos. Bueno, y a seguirla.
IJ: Seguro, a no bajar los brazos.