Después de ser las primeras en plantarle cara a la dictadura de manera unificada en el lejano 1977, las Madres de los detenidos desaparecidos y Abuelas de niños y niñas (hoy adultos) expropiados, continúan cada jueves dando vueltas alrededor de la pirámide de la Plaza de Mayo, nombrando a cada una de las víctimas del genocidio y respondiendo ¡Presente!, ante cada uno de ellos. Representan esa llama piloto desde la cual encender la resistencia y las luchas que vendrán.