El conflicto estalló esta semana en la acería de Villa Constitución, a días de que Antonio Caló, el histórico Secretario General de la UOM nacional, fuera desplazado para poner en su lugar a Furlán, el flamante líder sindical metalúrgico.


Marzo es un mes muy significativo para el pueblo de Villa Constitución, su carga simbólica de alguna manera perduran hasta hoy. Sea por esta continuidad y herencia de lucha o porque la realidad económica de estos días no da respiro es que en la acería del sur santafecino se vuelven a escuchar tambores de guerra. Charlamos con un delegado de la planta que nos comentaba las razones del conflicto

Es por el impuesto a las ganancias. Hay mucha bronca, mucha calentura desde hace mucho tiempo con esto y se agrava ahora porque la empresa decidió pasar a cuatro turnos Acería y en el tren laminador SBQ y no tomar gente. Entonces le está faltando gente por todos lados y la cobertura la tienen que hacer los compañeros en horas extras. De esto hace mucho tiempo ya, en toda la pandemia fue así. La gente faltante, la gente que quedaba aislada… se tomó una pequeña cantidad de gente pero la mayoría de las coberturas se hacen con horas extras. Muchos compañeros se cansaron. También está en cada uno, algunos vos les planteabas esto y te decían: bueno, igual acá me llevo una importante. Ahora la que se llevan no es importante, es más la que dejan que la que se llevan. Entonces ya incluso a esos compañeros que son ‘esclavos’ de las horas extras, ya no los convence”.

Por supuesto que esto se agrava por lo que todos sabemos: una inflación desenfrenada, que pulveriza el sueldo de los laburantes, con paritarias amañadas y en cuotas en una fábrica que está alcanzado los topes en su capacidad productiva y que, aun en  pandemia, nunca dejó de ganar y que, buscando optimizar aún más sus ganancias, decidió no cubrir los puestos de trabajo que se caían y alentó a que los compañeros lo hicieran trabajando en horas extras. Pero claro, en este punto opera esa otra espada de Damocles que pende sobre el sueldo de los trabajadores que es el impuesto a las ganancias.

“El malestar viene creciendo desde hace mucho tiempo y se desata a raíz de esto: de que Acería pasa a cuatro turnos cuando tiene un plantel de tres y medio, digamos. Tiene muchos contratados pero no llega a un plantel de cuatro turnos. Hay sectores particularmente, como el de Colada Continua donde hay una gran cobertura en horas extras, en Hornos también. Son sectores dentro de Acería donde particularmente la faltante de gente pega más. Pero en general en toda la planta es así. Y SBQ también pasó a cuatro turnos, Alambres también está en cuatro turnos. De hecho la lucha arranca por ahí, por Colada Continua, donde los compañeros se plantan y dicen que no van a cubrir las horas porque no les conviene. Hay un par de audios que se disparan a toda la planta y eso hace que toda la planta se sume al pedido.

Se hizo una juntada de delegados de Acindar a la que se sumaron delegados de En obra y otras empresas que también son de rama 21, que tienen sueldos muy similares a los de Acindar y que están en una situación muy similar a la de nosotros: con cobertura de horas extras. Así que se decidió un corte de horas extras a partir de ayer (23 de marzo) a las 11. Hoy estamos siguiendo la medida vía WhatsApp porque hay muchos sectores que no trabajan, pero hay otros que sí, los que están en cuatro turnos trabajan hoy, o los que están de guardia también trabajan”.

El reclamo concreto de los trabajadores fue que Acindar se hiciera cargo del 100% del impuesto a la ganancia. Después de varias reuniones la empresa se escudó en la mentira que repite una y otra vez: que el impuesto a las ganancias es un impuesto de orden nacional y que ellos nada tienen que ver. Este fue, según nos contó nuestro entrevistado, uno de los temas del congreso de delegados:

“Nosotros sabemos que lo que nos dicen  es una total mentira, es un impuesto confiscador del sueldo y ellos mismos reciben los subsidios que nos sacan de nuestra guita, o sea que estamos nosotros subsidiando a las empresas. A esto ya lo sabemos. Ese fue el debate que tuvimos ayer en el congreso. No nos pueden venir a plantear eso porque te confiscan el sueldo y se alimentan de ese sueldo.

Esto es algo que viene de hace muchos años. En el 2015 se dio un conflicto por ese tema. Después por diferentes motivos se hizo la vista gorda, pero ahora ya se hizo insostenible, el reclamo es generalizado porque, si bien es una mierda el aumento que nos dieron, pero si hoy te agarran con las horas extras, en noviembre, con el aumento, con el básico mismo nos van a descontar el impuesto a las ganancias. Entonces es el momento justo para dar la lucha”.

Para finalizar nuestro entrevistado nos da su particular impresión de cómo la pelea burocrática en la cúpula del gremio se cuela también en la seccional, cuando días atrás el reelecto Secretario General de la UOM Villa Constitución, Pablo González, sale a anunciar por la prensa el posible conflicto que se avecinaba. Días después y luego de lograr la caída de Caló de la Secretaría nacional del sindicato y “normalizar” el gremio, como una profesía autocumplida, el conflicto estalla.

“El otro día nos llegó una nota de Ámbito Financiero a Pablo González. ¿Cómo llegó Pablo González a la órbita de Ámbito Financiero? No se sabe. Pero el tipo ya planteaba que en Villa Constitución se iba a dar una lucha por el impuesto a la ganancia. La semana pasada, y posterior a eso, empiezan a llegar audios y notas que hablaban del armado que estaban haciendo para sacar a Caló. O sea que estaba todo atado a eso. La coyuntura les servía. Pero ahora tienen que bailarla”.