Después de una de las mayores catástrofes de las que se tenga registro en la Patagonia argentina en las últimas décadas, el Presidente Alberto Fernández se hizo presente en el lugar. Fue, como quien dice, a mostrarse. Porque a decir verdad, no llevó ninguna solución a las familias que vieron incendiarse sus casas, ni a quienes aún buscan a los desaparecidos o lloran a los muertos. Como era de esperar, fue ampliamente repudiado por todo el pueblo chubutense que sabe que, además de ser responsable político del control de los fuegos, su gobierno es también uno de los  principales impulsores del intento de apertura de la provincia a la megaminería, a la que los y las chubutenses vienen oponiéndose desde hace 18 años.

Cuando los días pasaron y se apagaron los focos de incendios más importantes, y podemos mirar la situación de manera más reflexiva, armamos este artículo, en parte, con los testimonios de pobladores y pobladoras; algunos en audios difundidos ampliamente por distintos medios, otros tomados en conversaciones mano a mano con amigos y conocidos que viven en el lugar. Una frase se repite como un mantra que permite sintetizar la situación: Todo fuego es político.

Por Juan Lázzari y Luis Cuello

En una declaración, la Asamblea de Vecinos Epuyen (pueblo ubicado en la Comarca)  dice: “Pensar si es o no es deliberado el fuego, asignar o no responsabilidades, es, a estas alturas de los hechos, irrelevante. Responsabilidades hay. Todo fuego es político. El estado de abandono de la Comarca es profundamente político” [1].

Hoy es lógico que la primera impresión sobre los terribles incendios que destruyeron más de 250 viviendas, arrasaron bosques, contaminaron cauces de ríos y  provocaron la desesperada búsqueda de 15 personas desaparecidas, sea la intencionalidad. Los distintos sectores e intereses particulares, señalados por vecinos y vecinas, confluyen en uno solo: la ganancia capitalista. La misma Asamblea señala que: “Quieren que el bosque nativo deje de existir porque es un obstáculo para los intereses extractivistas llámese inmobiliarios, aserraderos, mineros, turísticos. La orden es que en la comarca no existan pobres, no existan tomas ni recuperaciones, la comarca debe ser para una casta elegida”.

Sin embargo, la certeza de que el fuego tiene, efectivamente, una finalidad económica (certeza construida por la experiencia previa, tanto en la región como en el resto del país, atravesado por quemas que han recrudecido en el 2020-21) es sólo una de las patas que explican este nuevo Ecocidio. En esta nota trataremos de plantear algunos de los procesos y políticas que llevaron a este desastre, que son tan o más importantes que cualquier “intencionalidad”.

LA INTENCIONALIDAD DEL FUEGO

En el 2020, el país ardió como nunca, y los negocios no tardaron en asentarse sobre las cenizas. Los casos más evidentes: en Córdoba, ligados directamente a los negocios inmobiliarios; y en los Humedales del Paraná, inmobiliarios, soja, ganadería.

Para más datos, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) [2], destaca que “Según los reportes del ministerio de Ambiente de Nación, en 2020 se quemaron en Argentina 1.106.621 hectáreas, el 0,29% de la superficie total del país. El 57% de la superficie quemada corresponde a las provincias de Córdoba y Entre Ríos (…) el 95% de los incendios son provocados por el humano, sea por desidia (apagar mal un fogón) o bien de forma intencional, con el objetivo de deforestar”.

Y aunque hoy no tengan la visibilidad de los incendios en Chubut:  “las quemas de pastizales en el Delta del río Paranásiguieron activas durante los dos primeros meses de este año, con una intensidad incluso mayor a la del 2020… durante enero y febrero se registraron casi 2.500 focos en la zona Piecas Delta del Paraná (desde la ciudad de Santa Fe al norte hasta Campana, al sur), los mayores valores para esos meses en 9 años”, todo esto según un relevamiento semanal que realiza el Museo de Ciencias Naturales Padre Scasso [3].

Es decir que siguen las quemas por intereses de negocios capitalistas apañadas por los gobiernos.

Pero volviendo a la provincia de Chubut, cómo no pensar en la intencionalidad si, como nos comentaba Pablo Lada, de la Asamblea ciudadana de Trelles, en una conversación telefónica, “existe la presunción de que no sólo fueron intencionales, sino planificados en los días con más vientos, sumados a la sequía de varios meses como es habitual en los veranos sureños”.

Cómo no pensar en la intencionalidad cuando el gobierno de Arcioni, junto con el nacional, impulsa una rezonificación pro minera al servicio de las empresas multinacionales, que claramente tendría efectos devastadores hacia la naturaleza y hacia los pueblos que viven en la zona. Si decenas de proyectos mineros para la extracción de oro, plomo y litio, entre otros, están paralizados y prescritos en las municipalidades, esperando al ley que los destrabe.

El medio de prensa el DiarioAR recoge testimonios de los lugareños, reflejamos parte de esa nota: “Los vecinos y vecinas de Chubut viven en estado de alerta por el intento de avance de la minería, impulsada por el gobierno de Mariano Arcioni. Las constantes movilizaciones impidieron que, hasta el momento, la Legislatura provincial trate el proyecto de zonificación que pretende el oficialismo… ‘Las mineras quieren perforar el Piltriquitrón’, dice Pablo, sentado sobre un colchón en el piso del gimnasio de Lago Puelo, donde se autoevacuó. ‘Petróleo dicen que hay abajo de nuestras casas’, explica”.

Cómo no pensar en la intencionalidad  cuando, al igual que en Córdoba, existen negocios inmobiliarios ávidos de explotar el lugar: “Pol Huisman, Intendente de El Hoyo, no puede afirmar que los incendios fueron intencionales pero lo sospecha. Conoce la zona, vive en el lugar hace más de 30 años. Sabe de las presiones inmobiliarias: pocos meses después de asumir en diciembre de 2019 y por intentar ordenar la entrega de lotes y viviendas casi fue destituido en una maniobra del Concejo Deliberante”.

Cómo no pensar en la intencionalidad cundo hay quienes plantean una vieja discusión en el lugar, expresada popularmente como “la tensión ‘progreso versus hippies’ que ha cruzado la historia de los últimos 60 años en la Comarca Andina… Las representaciones políticas en la zona reproducen las referencias discursivas nacionales y provinciales, pero agregan explícita o solapadamente la disputa entre ‘lo viejo’ -representado por los hippies y los mapuches; con sus diferencias, claro- y lo pretendidamente nuevo: el desarrollo inmobiliario, el turismo de élite, el extractivismo” [4].

LOS PORQUÉS DEL FUEGO

Esta intencionalidad, como nos dice Lada, es vox populi en el lugar aunque no se logre identificar los sujetos. Y seguramente está asentada solidariamente sobre los elementos que marcamos más arriba. Sin embargo quedarse sólo en eso, sin analizar  la combinación de elementos que coadyuvaron para producir este desastre, no permite ir a fondo en reconocer la responsabilidad que tienen las lógicas de producción capitalista sobre la crisis climática mundial (y las pandemias dicho sea de paso), los negocios de los empresarios y multinacionales y  las políticas o no políticas de los gobiernos y sus planes de ajuste al servicio justamente de los mismos negocios. Y Estos elementos no son precisamente secundarios, sino centrales.

La crisis climática, nos dice Lada, impacta de pleno en el clima de la Comarca. Sequías, vientos y otoños con temperaturas altas, cercanas a las del centro del país, son sus efectos más evidentes. Eduardo, que divide su tiempo de residencia entre Neuquén y el Hoyo, nos cuenta en una charla telefónica que “un viento tipo neuquino” (nada normal para la geografía de la zona pero que, cambio climático mediante, está dándose en los últimos veranos) fue un punto importantísimo en el desarrollo del fuego.

El otro elemento que cumplió un rol central en el crecimiento y propagación del fuego fue la transformación de la flora del lugar, promovida desde hace décadas por las explotaciones madereras. Su efecto fue la eliminación del bosque nativo y la plantación indiscriminada de pinos. Lada define estos árboles como “verdaderos mecheros”. Pero hay más voces de la zona que lo vienen denunciando. “Los conflictos por el destino de la tierra en la cordillera patagónica hace décadas que incluye la disputa por la tala de especies autóctonas para su reemplazo por pinos de crecimiento y venta rápidos. Motorizada por los sucesivos gobiernos de las provincias de Chubut y Río Negro, se impulsó la suplantación de cipreses y otras especies para la plantación de pinos, mucho más combustibles que otros árboles. ‘Esto era un asco’, dice Guillermo mirando el pinar quemado, ‘era una implantación de pinos y para hacer esto hizo mierda todo el bosque nativo’, explica” [4].

Pero esta no sólo es una visión de un vecino de la zona: “En el Parlamento por el  agua y el Río Chubut realizado en El Maitén (del 31 de enero al 2 de febrero de 2020) las comunidades y organizaciones mapuche volvieron a considerar a las plantaciones de pinos como uno de los  principales factores de futuras catástrofes de incendios y de disminución de las fuentes  hídricas… La expansión de las plantaciones y  el calentamiento del clima se refuerzan mutuamente y advierten que el aumento de los  incendios garantiza un futuro altamente vulnerable a corto plazo en el noroeste de la  Patagonia. Esto teniendo en cuenta que el fuego se propaga 30 veces más rápido en las  plantaciones de pinos que en las especies nativas (…) continuar con el programa de  plantaciones masivas, sumado al desmanejo y la propagación invasiva de muchas de las ya existentes, equivale a preparar escenarios para las próximas catástrofes” [5].

Es decir que los propios pobladores de la Comarca, a los cuales seguramente ni los capitalistas ni los gobiernos han dado crédito ni participación, han advertido estas catástrofes.

LA RESPONSABILIDAD DE LOS GOBIERNOS

Por último y quizás uno de los factores más importantes de esta catástrofe, es la actuación directa e intencionada de los gobiernos nacional y provincial en el tema. Porque no sólo han sido los que han posibilitado todas las causas señaladas anteriormente, sino porque en los hechos son los que han brindado, en función de la continuidad jurídica del estado y sus políticas, las bases materiales para estos desastres.

En la provincia gobernada por Arcioni se viene llevando adelante, desde hace por lo menos dos años, un ajuste atroz contra todo lo dependiente del estado. Muchos de los pobladores coinciden en señalar que la intencionalidad de esto es mostrar una provincia fundida, cuya única salida económica viable sea la megaminería. Parte de esto son los sueldos impagos a todos los empleados estatales, o la no existencia de centros de salud en la zona de la Comarca (en Lago Puelo hay un espacio que es menos que un dispensario, por lo que cualquier problema tiene que ser derivado al Bolsón, cuyo sistema de salud tampoco es envidiable). Obviamente que el presupuesto para manejo del fuego no es la excepción, y podemos reproducir decenas de testimonios sobre ello

“Daniel Catalán, brigadista de del Servicio del Manejo del Fuego de Chubut, denunció que, como todos los trabajadores estatales de Chubut, tienen un retraso salarial de dos meses y están sin paritaria salarial desde hace dos años. Catalán agregó que a nivel provincial y nacional ‘no se ha hecho un trabajo de prevención y no hay planes de trabajo de educación forestal. Faltan fondos y faltan medios para llevar adelante las tareas de contención del fuego. Lo que nos parece a los trabajadores es que siempre es tarde. Hay que tener una política ambiental que prevea estas situaciones’” [6].

Esta visión es la misma que sostiene Mauro, vecino de Las Golondrinas. En su caso, el fuego se extinguió por la lluvia a escasos 1000 metros de su casa, y nos cuenta que, recién el año pasado, un sector  de las brigadas fue pasado a planta permanente de la provincia, pero que no hubo nuevos nombramientos, por lo que, producto de jubilaciones y retiros, la dotación disminuyó. A esto hay que agregar la falta de herramientas, insumos y planes de infraestructura. Mauro también nos cuenta de un proyecto presentado por brigadistas de la zona, para utilizar tanques de agua y armar cortafuegos. El proyecto, como tantos otros, duerme en los cajones de la gobernación. Toda una pintura de lo que pasa.

Otro elemento central que señalan, tanto Lada como Eduardo de El Hoyo, son los tendidos eléctricos, abandonados desde hace años por la empresa de energía que es estatal. El pésimo estado en que se encuentran los cables origina no sólo cortes permanentes de energía, sino también incendios por cortocircuitos.

“Los transformadores son viejos, sin aislamiento; las redes de cables igual, y el mantenimiento de raleo, asistencia y control nulo, en especial en los últimos 6 años. Ese es el verdadero crimen. Así fue como un transformador de una zona que se llama Golondrinas generó chispas y fuego y desestabilizó todo el sistema, es decir, chispas en distintos puntos de las líneas. Comenzó a las 16 y en 2 horas prendió todo a su alrededor. Una semana antes de venirme hablamos el tema con un vecino que es un joven ingeniero eléctrico con 15 años en la zona… casi premonitorio…”  comenta Eduardo.

Nelson Ávalos,  periodista del Hoyo coincide en esto, no sólo válido para estos incendios sino para incendios ocurridos años anteriores. Lo premonitorio para algunos vecinos fue ignorado por los gobiernos.  

Pero Nelson va más allá. Además de ratificar que la desinversión del sistema eléctrico es manifiesta, se especula que dicha desinversión sea producto de la intención de privatizar la empresa, y que justamente uno de los interesados en quedarse con ella sea Joe Lewis, vecino ilustre de la Comarca, “dueño” del Lago Escondido y casualmente dueño de Pampa Energía, una de las empresas que disputaría el servicio.

PAIS EN LLAMAS. AJUSTE DE LOS PRESUPUESTOS

Por último, queríamos cerrar este entramado de inequidades, responsabilidades, ninguneos, negocios y responsabilidades estatales en distintos rubros, con lo que hace específicamente a los organismos de Control del Fuego y sus políticas al respecto. Sobre la provincia ya hemos comentado algo.

Los incendios en esta zona de la Comarca, podríamos decir que venían siendo anunciados desde hace semanas sin que los organismos estatales, tanto provinciales como nacionales, hayan movido un dedo. Pocas semanas atrás hubo focos ígneos alrededor del Bolsón. Pero claro, Cabandié no dio señales de respuesta.

El Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir manifiesta que, desde el domingo anterior venían viendo cómo el fuego avanzaba en el Maiten, con la gravedad extra de estar teniendo vientos de 90 kilómetros por hora. En el lugar trabajan 40 brigadistas, de manera terrestre, pero hacen falta más recursos con urgencia.

De manera espectacular, “el presidente Alberto Fernández anunció el envío de ‘2 helicópteros, 3 aviones hidrantes, 12 autobombas, vehículos de apoyo y 62 brigadistas convocados por el Sistema Nacional de Manejo del Fuego’. En tanto, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié, precisó que sumarían a otras 41 personas al combate del fuego” [7].

Muchos pobladores han señalado la escasez absoluta de recursos para resolver la situación, como antes denunciaban la falta de prevención. Nuevamente debemos remitirnos a las quemas en Córdoba o en los Humerales del Paraná, que ardieron durante semanas frente a la mirada entre inoperante y cómplice de los gobiernos.

Es por todo ello que no podemos hablar de “desastres naturales”, sino de políticas intencionadas de gobiernos y estados. Quizás aburramos con números pero son indispensables para apuntar lo que venimos diciendo:

El  presupuesto para el control del fuego está dentro del presupuesto de seguridad. Dentro de ese monto se destinan específicamente $ 282.876.383 para el área de Acciones del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, lo que explica el 0,0033% del Presupuesto total para 2021. Sin embargo el presupuesto aprobado para 2019, ese mismo ítem tenía asignados $ 282.575.000, lo que en ese momento significaba el 0,0067%. De este modo, el peso del área dedicada a la prevención y combate de incendios cayó a la mitad (del 0,0067% al 0,0033%) entre 2019 y 2021. Si se considera además la progresión inflacionaria del período 2019-2020 y las proyecciones realizadas por el Gobierno para 2021, el presupuesto del Servicio Nacional de Manejo del Fuego cae 42,9% en relación a 2019. Y estos datos son aún más escandalosos si los comparamos al presupuesto 2017”.

A esto se suma las sub ejecuciones de los presupuestos. Por ejemplo: “si se tiene en cuenta la ejecución real del Presupuesto en 2019, las horas de vuelo de aviones destinados al combate del fuego y el equipamiento de brigadas terrestres son menores. Si bien el Presupuesto 2019 preveía 7.200 horas de vuelo y el apoyo logístico a 25 unidades regionales para la lucha contra incendios, su ejecución fue baja o nula. De acuerdo con los datos de la CGN, al cierre del año 2019 se habían utilizado sólo 2.523 horas de vuelo (un 35% del total prevista) y no se había equipado a ninguna brigada: de las 25 presupuestadas, se realizó un ajuste posterior a sólo 4, pero no se cumplió con ninguna” [7].

Es decir, cuando provincias enteras ardían por incendios provocados, no se utilizaban ni siquiera los ajustados recursos para tratar de resolver el problema. ¿Habrá que decir algo más?

La periodista ambiental Jorgelina Hiba, nos cuenta que “durante los tres últimos años de la gestión de Mauricio Macri como durante el primer año de la presidencia de Alberto Fernández el gobierno nacional subejecutó las partidas destinadas al manejo del fuego. Un dato alarmante sobre todo en relación al 2020, cuando buena parte del país registró una feroz temporada de incendios forestales en un contexto de fuerte sequía y de bajante histórica del río Paraná”.

Desde 2017 el dinero destinado a combatir los incendios forestales no fue utilizado de manera completa. “Entre 2017 y 2019 el 20% de los fondos no se ejecutaron, mientras que en 2020 restó el 37% de ejecución del presupuesto anual”. La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) informa que “la subejecución muestra sobre todo la poca importancia que se le otorga al tema. No pasa lo mismo con los subsidios a los combustibles fósiles, que están incluso sobre ejecutados. Los fondos para la lucha contra los incendios cayeron del 0,01% el presupuesto nacional en 2017 al 0,003% para el año 2021. Respecto a los montos presupuestados, tuvieron una caída interanual constante entre 2017 y 2021” [8].

LA SOLUCIÓN DEBE ESTAR EN MANOS DE LOS PUEBLOS

Creemos haber pintado un panorama, sólo eso, de las responsabilidades de los gobiernos y los negocios capitalistas en relación a los incendios de la Comarca, que con matices, no se diferencian substancialmente de las quemas en otras partes del país. Como siempre queremos con esta nota, no sólo poder difundir el drama de los habitantes de la zona y sumarnos a las campañas de solidaridad en su ayuda, sino también aportar a un debate crítico, no simplificado, sobre las causas de tal desastre. Escaparnos de la versión oficial, que va a poner responsabilidades afuera, por caso en el pueblo mapuche, victimizándolos doblemente, acusándolos de quemar sus propias tierras y viviendas, como hiciera falazmente el ex gobernador Das Neves, cuando en 2015 acuso a la comunidad Mapuche por la quema de bosques autóctonos.  Al tiempo se supo, que los incendios estaban al servicio de un fabuloso negocio inmobiliario, del que la comunidad era absolutamente ajena.

En este contexto, pretendemos aportar no sólo a que amplios sectores de trabajadores y del pueblo tomen en sus manos estas cuestiones, sino propugnar sobre la necesaria lucha de las comunidades indígenas, las asambleas ciudadanas  y en general  los pueblos todos en la participación activa no sólo en las indispensables denuncias sino en la autodeterminación para llevar adelante las medidas tendientes a evitar estas catástrofes. Después de todo son ellos los que viven y conocen su tierra mejor que nadie. Y son ellos los que defenderán su espacio de la mejor manera.

Notas:

  1. https://asambleadevecinosepuyen.blogspot.com/2021/03/la-comarca-prendida-fuego-nos-negamos.html?fbclid=IwAR196kctZhdueoF67P4DBbo2GLkairRSNyNq9KoODF2Iu2FF7MkvHZy2lSo
  2. https://farn.org.ar/nuevo-documento-farn-argentina-incendiada-lo-que-el-fuego-nos-dejo/
  3. https://www.airedesantafe.com.ar/gritos-la-tierra/en-enero-y-febrero-hubo-mas-quemas-el-delta-que-el-verano-pasado-n193294#:~:text=A%20pesar%20de%20las%20lluvias,en%20el%20inicio%20del%202021.&text=Sin%20descanso%2C%20las%20quemas%20de,2020%20en%20el%20mismo%20per%C3%ADodo.
  4. https://www.eldiarioar.com/sociedad/sospechas-origen-fuego-chubut-intencional-imposible-arda-tiempo_1_7297218.html
  5. https://opsur.org.ar/2021/02/10/las-plantaciones-de-pino-aceleran-la-expansion-de-los-incendios-forestales/?fbclid=IwAR3o7rTjr-OQuxLxRGcypKa_w6K2w1qqy5eX208pb190SOzariS0taA1LiY
  6. https://agenciatierraviva.com.ar/incendios-en-chubut-estaban-dadas-las-condiciones-para-estos-incendio-catastroficos-o-explosivos/
  7. https://chequeado.com/hilando-fino/el-presupuesto-del-area-dedicada-al-combate-de-incendios-forestales-cayo-43-en-2021/
  8. http://dosambientes.net/humedal/hace-al-menos-cuatro-anos-que-nacion-subejecuta-el-plan-nacional-de-manejo-del-fuego/