En las últimas grandes crisis de la historia reciente argentina Acindar actuó como punta de lanza del gran capital contra el trabajo. Actuando en alianza con el Estado fue un actor fundamental en esta ofensiva sobre la clase obrera industrial de la región que pagó las consecuencias con vidas humanas, la precarización de condiciones laborales, la resignación de conquistas, la pérdida de derechos y un debilitamiento en su capacidad de resistencia.

El presente texto fue escrito en circunstancias muy peculiares. En el lapso de una semana, a mediados marzo de 2006, en medio de una dura huelga de los trabajadores y trabajadoras de la educación de Neuquén, agrupados en ATEN. Fue escrito, pues, contra reloj, en los ratos libres que me quedaban entre las marchas, las asambleas y los piquetes. Sin embargo, las ideas que aquí se exponen son fruto de mucho tiempo de serena reflexión.