Por Luis Cuello
De la serie: La otra cara de las noticias
Cientos de fotos inundaron las redes. La bella nieve caía en Córdoba, San Luis y otros lugares. Los paisajes helados nos conmueven, nos hacen pensar en las imágenes de cuentos infantiles en Suiza, en los muñecos de nieve con nariz de zanahoria, en la guerra de pelotones de nieve o en las canchas de esquí, esas que quizás nosotros nunca pisemos.
Amigos mandaron desde San Luis y Yacanto, Córdoba, bellas fotos de paisajes helados. Sin embargo…
Sin embargo la otra cara (diríamos casi la verdadera) de las imágenes de postal, es el suplicio de decenas de miles de personas. Esas que engrosan las estadísticas de los millones de pobres e indigentes, que viven en precarias y miserables viviendas. Las de los cinturones pobres de Córdoba o Bariloche o de las tantas ciudades que, con o sin nieve, padecen el frío. También las de las paupérrimas zonas rurales del país. Las que viven con paredes de maderas recicladas o nylon, y techos de chapa sin aislación. Las que viven a arroz y fideos y que no pueden ni siquiera acceder a una garrafa o a la inalcanzable leña para calefaccionar esos habitad a los cuales los condena el sistema.
Reproducimos acá el texto publicado por La Garganta Poderosa al respecto de lo que venimos diciendo:
Y aunque nos guste esa geografía blanca, aunque nos emocione, hoy preferimos no sólo el sol sino otro sistema que permita el libre disfrute de la vida, incluso de la hermosa nieve.