Rubén Kotler, de profesión historiador, habla como tal pero también como miembro de la amplia comunidad judía anti sionista de la Argentina. Critica el accionar criminal del Estado de Israel contra el pueblo palestino, en la actualidad y en su devenir histórico. Y desmiente la enorme cantidad de mitos difundidos alrededor del Estado de Israel y su instalación en el territorio de la Palestina histórica.


Según cifras oficiales, la cantidad de muertos por los ataques israelíes en Gaza, ascienden a 9.000 y el número crece día a día. Un tercio de las víctimas de estos bombardeos, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, son niños y niñas, entre los que también hay más de mil desaparecidos entre los escombros.

Desde el inicio de esta nueva masacre, desde Borrador Definitivo hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para difundir información y extender la solidaridad con el pueblo palestino en su lucha por sobrevivir y recuperar su territorio. Al mismo tiempo, también emprendemos una batalla informativa, contra la distorsión de la realidad y la historia que impone el propio Estado de Israel a través de los más importantes medios de comunicación a nivel internacional. Medios que hoy, cuando el nivel de la destrucción humana y material es ya inocultable, empiezan tímidamente a difundir información sobre lo ocurrido.

La extensa y amena charla que presentamos a continuación se enmarca en este contexto. Nuestro entrevistado es Rubén Kotler, historiador y docente de la Universidad Nacional de Tucumán. Rubén ha sido convocado en ocasiones anteriores por este medio, pero nunca antes por este tema. El hecho es que Rubén es judío y transitó su infancia y adolescencia ligado estrechamente a la comunidad judía de su Tucumán natal y a sus instituciones. Su posición, entonces, a la hora de criticar el accionar criminal del Estado de Israel es, no sólo incómoda sino también muy valiente.

Rubén Kotler: Soy judío, no reniego de mis orígenes, pero tampoco quiere decir absolutamente nada que yo diga que soy judío, porque cuando hablo con personas en la calle, en la universidad, en el trabajo, o en algún viaje, no ando sacando mi chapa identitaria. Eventualmente soy historiador, porque esa es la profesión que elegí, soy docente universitario y trabajo en un archivo histórico de la universidad. Pero todo eso se conjuga en una historia personal. Esa historia personal a veces me sirve para poder posicionarme ante determinadas cuestiones vinculadas a la realidad, y en este momento y en esta coyuntura, decir que soy judío, que me paro como judío para mirar lo que está pasando en la Palestina histórica, para mí es estratégico, y algunas respuestas a mis posiciones me demuestran que esa es una perspectiva.

Borrador Definitivo: ¿Cómo fue que pasaste de una formación ligada a las instituciones propias de la comunidad a reconocerte como anti sionista y contrario a la política del Estado de Israel?

RK: Prácticamente toda mi formación inicial y secundaria la hice dentro del ámbito comunitario judío: en una escuela judía, asistí al templo, etc. Es decir, tengo todos mis años formativos atravesados por una formación que hoy yo denomino judío-sionista, porque creo que hay que distinguir y hay que decir que el judaísmo no es uno solo, sino que hay cantidad de visiones sobre quienes se consideran judíos, hay judíos religiosos, judíos ateos, etc. Es decir, el mundo judío, como cualquier otro mundo, es muy heterogéneo y es muy amplio.

Después estudié historia en la Universidad Nacional de Tucumán y empiezo a ver que la historia es algo muy distinto a la mitología, y ahí empiezo a elaborar mi propia separación con ese pasado, del cual no reniego, insisto. En el 2006 estaba yo en España haciendo mi doctorado, y en aquel momento, en julio, Israel comete una de las tantas masacres, en esa oportunidad en el Líbano, que nos recordaba mucho a Sabra y Shatila. Ahí decido escribir una carta en mi blog personal que se hace pública, que decía “En mi nombre no”. Fue una respuesta casi automática, de decir y de sentir en ese momento la necesidad de poder expresarme. Yo no sabía qué alcance iba a tener, pensé que era como un grito en el desierto, pero el tema es que me empezaron a llover correos electrónicos de gente de la comunidad judía de Tucumán, diciéndome de todo menos bonito. Yo era considerado un traidor en ese momento, porque ¿cómo podía ser que alguien formado en la escuela judía, y habiendo sido además docente de la escuela, hablara en esos términos? Y hablar en esos términos sobre la nueva religión que inventa el judío-sionismo, que es la religión Israel. Yo siempre digo que Israel vino a reemplazar a la vieja religión judía, porque permite aglutinar a judíos religiosos, a judíos ateos, a judíos laicos… Judíos ateos que incluso citan como justificación la escritura considerada como sagrada, que es la Biblia: somos ateos pero decimos que Dios nos prometió la tierra hace 5.000 años, hace 2.000 años, o hace 20.000 años, paradójicamente.

En el 2008, en Tucumán, me empiezo a encontrar con algunos conocidos que estaban en la misma situación. Algunos habían sido militantes de izquierda, otros habían hecho un tránsito muy parecido al mío, de posicionarse como anti sionistas, e hicimos algunas acciones en aquella oportunidad,  porque en el 2009 apareció una de las tantas ofensivas de Israel contra la Franja de Gaza. Entonces  hicimos bastantes acciones públicas apoyadas sobre todo por el Partido Obrero, eso lo tengo que decir, quienes nos permitieron también generar espacios de debate y de discusión.

Esa es un poco mi historia, y hoy, y obviamente ante cada masacre, y ante cada reforzamiento de lo que es el genocidio sostenido y planificado por Israel, uno siempre tiene la necesidad de seguir pronunciándose.

BD: Ahora, en esta nueva religiosidad que vos marcás, que construye y difunde el Estado de Israel, la figura del pueblo palestino está muy presente como ese otro contra el cual se combate. Funcionarios israelíes han llegado a denominar a los palestinos despectivamente como “animales”.

RK: Sí, y de hecho Menájem Beguín (Primer Ministro de Israel entre junio de 1977 y de 1983) los va a considerar cucarachas. Pero en realidad hay un doble juego perverso con respecto a ese otro. El primero es el ocultamiento: no existe ese otro, y como no existe, uno de los mitos fundantes es “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”. Eso fue negando que, en 1947 cuando se produce la expulsión de los palestinos de Palestina, había entre 600 y 700 mil palestinos que conformaban la mayor parte de la población en ese momento, es decir, el 80-85% de la población.

Y eso ocurre también en la formación escolar. Cuando yo reviso los textos con los que yo me formé, en un momento donde no había internet, donde no había posibilidad de acceder a otra bibliografía y a otra literatura, no existían los palestinos. Entonces era justo que los judíos, que se venían escapando de los pogromos de los zares rusos, llegaran en tandas a Palestina, haciendo su experiencia de colonización y volviendo a la tierra prometida. Y ni que decirte a partir de la aparición del sionismo como tal, y (Theodor) Herzl siendo la máxima expresión de esa filosofía política.

Hay un texto muy interesante de una pedagoga en Israel, la educadora y activista israelí Nurit Peled-Elhanan, que refiere a la formación pedagógica en Israel donde dice que no es solamente nombrarlo como un animal, como una cucaracha o que son animales, sino directamente borrarlos de la historia. Entonces, si no hay un otro en la historia, nosotros somos “legítimos dueños” de esa porción de tierra que hace 2.000 o 3.000 años, o 5.000 años Dios nos legó. Entonces tenemos las sagradas escrituras, que son escrituras del tipo de escribanía, y tenemos una tierra vacía, un desierto que había que “transformar en un jardín florido”. Entonces ahí hay otra mitología que dice que Israel y los judíos sionistas convirtieron esa tierra en una tierra fértil.

El mapa de la Palestina histórica y el avance progresivo del Estado de Israel por fuera incluso de las fronteras establecidas por la ONU en 1947.

BD: Se borra la cultura del pueblo palestino, que tiene además una cultura riquísima.

RK: Sí, exactamente. Y luego, hoy, la otra operación que se hace para deslegitimar al otro es decir: Hamas son los palestinos, y vos decís palestino, estás diciendo Hamas. Entonces, como Hamas son terroristas, todos los palestinos son terroristas. Es una lógica perversa por dos motivos: en primer lugar, porque es no entender que Hamas surge apoyado y bancado económica y políticamente por Israel en el año ‘87, en su lucha contra la OLP. Y por otro lado, desconocer el derecho también que tienen los palestinos a elegir cómo van a resistir la ocupación y la opresión y los bombazos. Yo siempre digo: ¿podríamos considerar terroristas los partisanos que se levantaron contra los nazis? Podríamos discutirlo, ¿las acciones fueron las apropiadas? Seguramente no, y eso es algo que en algún momento habrá que evaluar: ¿por qué se hizo, por qué se dejó hacer? Pero a lo que voy es que siempre hay una operación dentro de la pedagogía que va acompañada de operación mediática, que va acompañada de operación política, para justamente negar la existencia de los otros.

BD: ¿Eso se extiende a las escuelas de la comunidad judía en Argentina? Conozco un caso, por ejemplo, en una escuela judía acá en Rosario, donde se hacen video conferencias entre sus alumnos y generales del ejército israelí.

RK: Sí, además los materiales pedagógicos que se daban a las escuelas venían directamente de la embajada. Entonces de repente la literatura que veíamos y con la cual se educaba, eran materiales que venían directamente desde ahí, en escuelas que además pre-existen al Estado de Israel. Eso por un lado. Y por otro lado hay que tener en cuenta que hubo muchas familias judías que no adscribieron a esas posiciones.

Además el ejército es una parte muy importante y ahí vamos a otro punto que también es fundamental. Cuando se dice: “Han atacado población civil”. En Israel no sé si población civil, teniendo en cuenta que en su gran mayoría los nacidos en Israel han pasado por el ejército, hombres y mujeres, y los hombres hasta los 40 o 45 años son reservistas. Y después de eso hay muchos que siguen en la carrera militar. Lo que no quiere decir que no hay objetores de conciencia, porque esa es la otra parte que también se oculta. Así como estamos los judíos anti sionistas, también dentro de Israel hay posiciones que critican y cuestionan al Estado. Y son denominados por los miembros de la comunidad judía que apoya a Israel de la peor manera también.

Dentro de ese campo también hay una multiplicidad de voces entre los que creen en la posibilidad de los dos estados, y estamos los que pensamos que la solución de los dos estados no es posible, que no es reconocimiento de derechos, y seguimos pensando en la salida de un único Estado en el que puedan convivir judíos, musulmanes, cristianos, y el reconocimiento del derecho del pueblo palestino de poder retornar a sus hogares que fueron destruidos.

BD: Volviendo a la cuestión de la población civil y el carácter militarista del estado. Israel tiene unas fuerzas armadas constituidas por 600.000 personas, en una población que podemos hablar hoy de 10 millones de habitantes; y donde la mayoría de la población, formateada en esa ideología, está armada. ¿Cuál es el enemigo? ¿Los palestinos?

RK: Exactamente. Más el arsenal nuclear. Es no sé si el cuarto o el quinto arsenal nuclear más importante también, con capacidad de destrucción de todo el planeta.

BD: Y que vende armas a medio planeta.

RK: Ese es un buen punto que estás tocando también, porque hay otra parte de la mitología que menciona a Israel como la única democracia de Oriente; pero alimentó sistemáticamente a feroces dictaduras como las nuestras, vendiéndoles armamento. Entonces, de repente es tremendo que hoy se apele al tema de las desapariciones de los ciudadanos, que tampoco sabemos si son ciudadanos argentinos o israelíes, porque optaron por la ciudadanía israelí. Y en ese sentido, ¿por qué el Estado argentino tiene que repatriar a quien tomó la opción de convertirse en ciudadano de otra nación? Esa es otra cuestión, para los que creen en nacionalismo, obviamente.

Entonces, bueno, me parece que por ahí hay una cantidad de cosas y de mitos que hay que empezar a desmontar desde el punto de vista de lo que se dice, de lo que se piensa, de lo que se transmite, ¿no? El enemigo son los palestinos. Eso está clarísimo, y está clarísimo desde la creación misma del Estado y desde la limpieza étnica de Palestina, como le llamó el historiador Israelí Illan Pappé, un historiador que está exiliado en Inglaterra porque sufrió persecuciones, pero dio visibilidad a una cuestión que no estaba en la tradición palestina o en la historiografía palestina, estaba en los documentos oficiales de ese Estado que estaba naciendo. Es decir, apelando a documentos oficiales mostró que había que borrar a esos otros, ¿no?, que el llamado Plan Dalet (1948), implicaba borrarlos del mapa. Bueno, hay muchas formas de poder borrar del mapa a un pueblo. Una forma es provocando un transfer de personas, como ocurrió en el 47-48, y la otra es encerrándolos, construyendo un muro, construyendo una cerca, y bombardeando y escupiendo bombas, como lo está haciendo Israel ahora.

Gaza en la actualidad, producto de los bombardeos que ya van a cumplir un mes ininterrumpido.

BD: Claro, porque esta no es la primera vez, por supuesto…

RK: No, por eso yo decía al principio, que hay que anclar la historia también en los clivajes históricos y hay que pensarlo históricamente. Si no pensamos que esto empezó el 7 de octubre, o que empezó con Dios dándole la tierra a Abraham. Entonces no vamos a los dos extremos: o nos quedamos con el diario de ayer, o con la Biblia de hace 5.000 años. Y no entendemos que esto es un proceso histórico que tiene que ver con el surgimiento de los nacionalismos en la Europa occidental, que tiene que ver con el colonialismo y con la conquista de tierras, y que tiene que ver con un mundo capitalista que se fue acomodando a lo largo del siglo XX y que necesitaba en el Oriente Medio un enclave que fuera la quinta columna de ese mundo que ya en ese momento empezaba a dividirse en los dos bloques. De hecho es curioso, porque a la creación del Estado de Israel apoyó tanto la Unión Soviética como Estados Unidos.

BD: Claro, fue casi un resultado de los pactos de Yalta y Potsdam.

RK: Sí, sí. Después obviamente la derivación fue hacia el mundo capitalista. Pero hay otro detalle que también es interesante. Hay un autor judío, hijo de sobrevivientes del holocausto, que se llama Norman Filnkelstein, que escribió un libro que se llama “La industria del holocausto”. Y la hipótesis que plantea es que hasta el ‘67 en Israel no se hablaba del holocausto, porque era una vergüenza pensar que nuestro pueblo fue víctima y se dejó someter por los alemanes, de cómo no hemos tenido esa bravura y no hemos sido los machos que somos ahora y hemos dejado que los nazis nos aplastaran. En el 67, después de la Guerra de los 6 Días, cambia ese paradigma y empiezan a poner sobre el tapete, para justificar la conquista y para justificar la dominación, el peligro del Holocausto. Y fíjate vos la metodología discursiva que circula desde el gobierno de Israel, de Netanyahu y los medios de prensa: “Es el peor ataque que sufre el ‘pueblo judío’ (y pongo esto entre comillas lo de pueblo judío) desde el Holocausto”. ¡Caramba! ¿Otra vez el peligro del Holocausto y nos quieren exterminar a nosotros como judíos? Entonces hay también una banalización de lo que fue el Holocausto que tampoco fue exclusivo de los judíos. El Holocausto nazi no solo persigue a los judíos, persigue a los gitanos, persigue a los negros, persigue a los opositores políticos.

BD: Sí, y tenía una profunda raíz oculta detrás de eso, que fue derrotar al movimiento obrero en Alemania para evitar cualquier tipo de proceso revolucionario.

RK: Absolutamente, es decir, fue mucho más amplio. Y eso en la escuela judía no se enseña, se enseña propaganda. Y cuando frente la propaganda le oponés documentos, argumentos; el interlocutor no te quiere escuchar, y  a mí me interesa escuchar y leer absolutamente todo. Así como lo veo el facho de Feinman que con la banderita de Israel, hace un programa, y me trago los barbarazos que dice, también lo leo a Illan Pappé, y también lo leo a Rubén Mazala, un fantástico historiador palestino, que si no lo conocen les recomiendo sobre la extinción de los palestinos, de la Palestina histórica.

BD: Hay varias voces de israelíes que se levantan contra la masacre, como el periodista Levi, y tantos otros, ¿no?

RK: Sí, Gideon Levy es un periodista que escribe, junto con Amira Hass, y que vienen retratando los barbarazos y de cómo vive la población palestina en Gaza y en Cisjordania. Son periodistas de un medio liberal, el diario Haaretz que sería lo que aquí es Página 12, un medio liberal, digamos, progresista, que vienen hace muchísimos años, retratando cuáles son las condiciones materiales de vida de los palestinos en Gaza. ¿Qué esperan, que los gazatíes salgan al otro lado de la frontera y le tiren flores a quienes van a un festival a metros de la Franja? Todo bien, estamos festejando y estamos celebrando, y mientras a la par nuestra estamos masacrando hace años a otro pueblo.

BD: Parece que hoy, esta llamada cárcel a cielo abierto más grande del planeta, amenazada con ser convertida en escombros, donde estamos viendo estos ataques sistemáticos indiscriminados, terribles, contra la población civil.

RK: Yo hoy reflexionaba cuando veía que las Naciones Unidas le estaban pidiendo a Israel que respete el derecho internacional vinculado a la guerra, pero no le están pidiendo que pare la masacre, le están pidiendo que por favor sea una masacre humanitaria. Que no tiren bombas de fósforo, que no ataquen hospitales, que no ataquen escuelas, que no ataquen a la ONU. Además de eso, lo que uno tiene que exigir es que se pare inmediatamente los ataques, no que los ataques sean humanitarios, no hay ataques humanitarios. Y en este caso coincide con una cantidad de factores actuales, porque al anclaje histórico hay que ponerle también la coyuntura actual. Y la coyuntura actual habla que la imagen de Netanyahu estaba siendo cuestionada dentro de Israel por sus intervenciones al aparato judicial de Israel.

Esta es una anécdota que cuento, hay un historiador argentino que ha escrito bastante sobre los judíos peronistas, sobre los judíos no sé qué, sobre los judíos no sé cuánto. Recientemente estuvo en Argentina y le otorgaron el beneficio de ser miembro de la Academia Nacional de la Historia. Esos títulos ampulosos de esas instituciones conservadoras. A lo que voy es que hace un par de semanas él postea en un diario sobre una manifestación contra Netanyahu y pone algo así como “El apartheid de Netanyahu”, una cosa así. Entonces yo le digo que no es Netanyahu, sino es todo el gobierno, es el Estado, que son un gobierno de apartheid. Y no ahora porque se entromete en la justicia y quiere manejar la justicia. ¿Qué pasa con los palestinos? Entonces en algún momento me responde algo así como que él milita en favor de la causa palestina, pero a favor de los palestinos que están en Cisjordania. ¡Maravilloso!

BD: Pero los palestinos de Cisjordania también reciben el hostigamiento del ejército, los colonos fascistas, les derrumban casas, ocupan territorios y todas esas cosas.

RK: Sí, absolutamente. Pero él defiende la causa palestina de estos palestinos, que son los “palestinos buenos”, porque son los que se dejaron someter. No los otros, que no tiran misiles. El tema es que recién hace dos días se pronunció, desde el 7 de octubre, sobre la actual situación; y veo que es una entrevista que le hacen y empezó otra vez a caer en una cantidad de lugares comunes. Entonces esa es la inteligencia de esta parte de la academia. Porque allá en Israel evidentemente nosotros somos las víctimas, seguimos siendo las víctimas, y del otro lado del muro no nos interesa porque no lo vemos. Al final el burka lo tenemos puesto nosotros, que no podemos ver qué hay detrás del velo y no queremos quitar el velo por miedo a vernos en un espejo y que ese espejo nos esté reflejando, no como el valiente soldado israelí que nos creemos, sino como el soldado nazi de Alemania del 39, como veo que circulan algunas caricaturas que están muy bien reflejadas. Y que no son antisemitas, no tiene nada que ver con el antisemitismo, obviamente. Y ahí viene la otra cuestión: no todos los que critican al Estado de Israel son antisemitas. Por ejemplo, a mí  por cuestionar al gobierno de Alberto Fernández nadie se me dice anti argentino. Eso era un discurso de los milicos.

BD: Bueno, yo te quiero detener un poquitito en esto, porque charlamos esto desde Argentina. Entonces surge la comparación con lo que vivimos nosotros durante la dictadura. Por ejemplo se dice que  Hamas usa a la población civil como escudo humano, pero si se bombardea todo un edificio porque supuestamente había miembros del Hamas y pero reventamos a cientos de civiles, esto parece la teoría de Camps, ¿te acordas?

RK: Absolutamente: “si para encontrar a un guerrillero, a un terrorista tenemos que matar 5, está justificado”. Claro, exactamente es asi. Y además no nos conmueven las muertes de los niños y de los bebés porque, bueno, fueron usados, y son daños colaterales. Ahora lo que es curioso es que esa misma gente que justifica estos bombazos no apele al Talmud, por ejemplo. Yo siempre digo que en el Talmud hay una de mis frases de cabecera que dice: “quien mata una vida mata a la humanidad, y quien salva una vida salva a la humanidad”. Eso lo dice el Talmud, no lo digo yo. Y el Talmud es una de las fuentes del derecho judío.

BD: Ahora esta lógica usada por el estado de Israel no es nueva en la historia, ¿no?

RK: En realidad uno debería pensar en lo que fueron las formaciones de los estados modernos, los estados-nación modernos. Yo digo que todos los países, los estados-nación, o la mayoría, muchos de ellos, tuvieron su pueblo palestino. Y nosotros lo tenemos acá. En la Argentina se hizo ese proceso gracias a un comprovinciano mío, Julio Argentino Roca, que hizo la campaña del desierto, y que hoy continúa a través de otros medios. La violencia al pueblo mapuche, a todos los pueblos originarios, a los que se les niega el derecho a poder reclamar también por sus tierras, de las que fueron despojadas no hace mucho, no hace 5.000 años, sino en 1880, que es cuando se terminó de consolidar el estado-nación argentino. Lo mismo podemos decir de Estados Unidos y de los colonos que fueron exterminando o procurando exterminar a las poblaciones originarias de ese territorio. Y así hay cantidad de ejemplos. Y es fantástico porque cuando uno mira la prensa local acá en Argentina, este mismo señor que pone la bandera de Israel y habla de los terroristas de Hamas, es el mismo que cuando resisten  los mapuches en el sur y reclaman por su derecho a las tierras, los denomina “pseudo-mapuches”.

BD: Esto es bastante claro. El problema es cuando, quienes se dicen progresistas, comparten el mismo discurso

RK: Sí, Claro. Vos hablabas de la dictadura. Muchos argentinos que encontraron refugio en Israel escapándose de la dictadura, años después, están sosteniendo el proyecto sionista. Inclusive a mí en alguna oportunidad me escribieron para decirme: “vos a mí no tenés nada que decirme porque yo me exilié y soy una sobreviviente de la dictadura”. Ajá, bien. Y entonces quiere decir que no aprendiste nada. Entonces, fuiste militante en los 70, te tuviste que exiliar porque la dictadura te persiguió y ahora estás apoyando lo mismo. A ver, no sé si se entiende la analogía.

BD: Sí, sí, sí, por supuesto. Es una contradicción.

RK: Pero después es muy curioso porque cuando miras cómo se refieren a quienes no pensamos de la misma manera que el aparato sionista, nos dicen: “Fulanito no quiere debatir, es un mono neuronal”. Bueno, si empezamos así…. Yo sí quiero debatir, estoy invitando a darte argumentos y vos me estás tratando de mono neuronal. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿El problema quién lo tiene?

BD: Hoy es indispensable pelear para parar este genocidio contra el pueblo palestino que promete agudizarse cada día, ¿no Rubén?

RK: Sí, yo creo que lo urgente es eso. Hoy romper el cerco informativo. Los pueblos van a manifestarse y van a salir a la calle. Nosotros acá en Tucumán lo vamos a hacer el viernes con la agrupación que se llama Tucumán por Palestina. Pero vas a tener contramarchas también. Entonces yo creo que lo que hay que hacer es tratar de forzar a los gobiernos, a que el gobierno se pronuncie. La campaña del BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) es muy importante, pero creo que hay que profundizarla, que no es suficiente. Hoy lo urgente es que se detenga la masacre. Después van a seguir, porque lamentablemente conocemos hacia atrás la historia y podemos prever y sabemos qué piensan los actores que están jugando en este juego. Probablemente haya un alto el fuego, probablemente Irán amenace con intervenir y no intervenga. Entonces en dos semanas habrá un llamado de alto el fuego, o algún tirón de oreja a Netanyahu. Esto se parará, la vida continuará y dentro de dos años ya estaremos hablando de lo mismo. Lo que pasa es que se están jugando otros factores. Hay un momento hoy, de reacomodamiento a escala global, donde asoma China como potencia, y donde Estados Unidos está viendo cómo reacomoda su patio trasero. En eso nosotros tenemos que prestar mucha atención acá en Argentina, porque no es casual que el ministro de Economía o el candidato a presidente haya firmado un acuerdo de seguridad con Estados Unidos hace tres semanas.

BD: O que Wado De Pedro haya firmado el acuerdo con Mekorot, la empresa israelí de agua.

RK: Claro exactamente. Por eso digo, que hay una cantidad de cosas a las que nosotros tenemos que oponernos. Desde acá podemos oponernos y manifestarnos en contra de estos acuerdos con Mekorot, de denunciar esta complicidad. De hecho, Massa dijo: “si gano la presidencia, lo primero que voy a hacer es declarar como agrupación terrorista a Hamas”. Yo creo que hay que empezar también a mover el avispero  acá. Es lo que podemos hacer nosotros. Y seguir exigiendo que se pare con la masacre. Sobre todo eso.

BD: Rubén, te agradezco muchísimo.

RK: Para mí es un placer poder tener esta charla y que podamos dialogar de esta manera. Y quedo a disposición de los compañeros para cuando lo requieran.