Entre el 16 y el 18 de noviembre, se desarrolló en Egipto la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, o COP27. Donde los países más poderosos del mundo, junto con algunos de los llamados «emergentes» se reunieron, como cada año, para establecer compromisos sobre reducción de emisiones que nunca se cumplen, cuando el mundo ya está transitano una gravísima crisis climática y civilizatoria.

Compartimos la carta enviada por cientos de organizaciones, asambleas socioambientales, personas, etc. a la delegación argentina en la COP27. Podés sumar tu firma en: No en nuestro nombre


Carta a la delegación argentina en la COP27: NO EN NUESTRO NOMBRE

Porque rechazamos que un grupo de funcionarios y empresarios decidan sobre el futuro del planeta, sin consulta alguna a quienes habitamos los territorios, no hablen en nuestro nombre.

Porque no queremos una transición ecológica construida sobre la base de territorios devastados.

Porque rechazamos que los países centrales hagan planes de electrificación sólo realizables sobre la base de saquear el norte argentino.

Porque rechazamos que Argentina diga que está transicionando a una matriz limpia cuando el plan que presenta el gobierno se basa en la habilitación de la explotación petrolera off shore en el Mar Argentino, el hidrógeno verde o la megaminería de litio y en profundizar la década que llevamos del sur fracturado por una técnica de fracking, que además de contaminar nuestro bien común y escaso que es el agua, está prohibida en buena parte del planeta.

Otra vez, delegación argentina en la COP 27, no hablen en nuestro nombre.

Porque mientras ustedes, la delegación Argentina en la COP habla de cuidado del ambiente y Derechos Humanos, el ministro de Economía y el conjunto de los gobernadores provinciales se pasean por el mundo prometiendo liquidar la resistencia territorial al avance de la megaminería.

Porque mientras se habla de garantizar espacios habitables para las futuras generaciones, nuestros cuerpos y territorios están llenos de venenos, agentes cancerígenos de agrotóxicos como el del glifosato o glufosinato de amonio, o de las chimeneas sin control de fábricas en barrios residenciales o del vertido ilegal de efluentes, y ustedes, delegación Argentina, no hacen nada al respecto más que avalarlo.

No hablen en nuestro nombre, porque mientras hacen demagogia hablando del canje de “deuda por acción climática” o de que “la deuda es con el sur”, han arrodillado el futuro del país negociando un compromiso de ajuste brutal con el FMI e invitando a multinacionales a saquear nuestros territorios para cumplir con el “Norte”.

No hablen en nuestro nombre y de «futuro» si ustedes son parte de los responsables de que lleve 12 años cajoneada una Ley que realmente proteja los humedales en la Argentina.

No hablen de cuidado ambiental en nuestro nombre en Egipto, mientras en nuestro país ni nos escuchan ni nos dejan hablar, y por eso hay decenas de luchadores ambientales procesades víctimas de todo tipo de violencia institucional por parte del Estado. No hablen en el extranjero de respeto a las comunidades, cuando acá ustedes se han construido como enemigos a los pueblos originarios a base de mentiras, racismo y represión.

No solo no hablen en nuestro nombre, hacemos un llamado global al repudio a la delegación argentina que mantiene en nuestro país bajo orden de detención a hermanas del pueblo Mapuche violando todas las garantías de derechos.

Desde los territorios, desde nuestras asambleas, espacios de articulación y organizaciones, rechazamos el greenwashing, rechazamos las falsas promesas, y las falsas soluciones, de quienes se visten de verde pero tienen puntos solidarios con la derecha negacionista tanto en materia extractiva como represiva. Por eso seguiremos construyendo un tejido de lucha y resistencia que no va a descansar hasta que todes podamos vivir en un país en armonía con la naturaleza y organizado al servicio de los intereses de las mayorías populares.