Corría 1978 y Argentina se preparaba para ser la sede del Mundial de futbol. Lo supimos meses antes porque se llevaron compañeras del penal de Devoto. Un frío corrió por nuestras espaldas. ¿A dónde? ¿Para qué?. Éramos unas 800 presas políticas de la dictadura militar, distribuidas en dos edificios, uno de 3 pisos con hasta 7 pabellones y otro de 8 pisos con alrededor de 20 celulares. En los pabellones cabían hasta 30 detenidas. En los celulares, 4 por cada uno en un espacio de 3×2,50 m, con letrina incluida. Allí estábamos encerradas las 24 hs salvo 1 hora de recreo en el patio.

El siguiente texto responde a una visión personal, como su título lo indica, «sobre el progreso, las quemas y una doctrina que nos está exterminando» y es esa visión personal la que nos parece sumamente interesante a la hora de intentar sacar algo en limpio de una realidad que se nos antoja compleja y caprichosa. Fue publicado por su autor en sus redes sociales y le agradecemos el habernoslo hecho llegar, con permiso de publicación. Lo reproducimos tal y como fue compartido.

En ámbitos de la izquierda el acceso de Massa al Ministerio de Economía es leído como un paso más en la sujeción colonial de Argentina a los Estados Unidos. Por ejemplo, en Prensa Obrera se ha afirmado que el nuevo ministro es “agente directo de la embajada de EEUU”; es “un hombre del imperialismo y el capital financiero”; “un alfil de la Casa Blanca” y “un agente de EEUU, la OTAN y el sionismo”.

Ariel es historiador, docente de Teoría de la Historia y de Historia de Europa en la Universidad Nacional del Comahue. Ha publicado Ensayo sobre la teoría marxista de la historia (1998), Docentes y piqueteros (2005), Materialismo histórico: interpretaciones y controversias (2010), El marxismo en la encrucijada (2011), Ciencia y utopía (2015), Conversaciones con Ariel Petruccelli (ed. de Salvador López Arnal, 2019), La revolución: […]

La vicepresidenta brindó un discurso en la apertura de la decimocuarta sesión plenaria de EuroLat 2022. Más allá de la referencia a la interna del oficialismo cuando aseveró que el hecho de “que te pongan una banda y que te den el bastón no significa que tengas el poder”, seguramente su frase más polémica, al menos para nosotros, fue cuando intentó una lectura de la realidad mundial, elogiando al capitalismo como el único sistema posible, pero abogando por una mayor intervención del Estado en la sociedad y la vida de las personas.