Hace algunas semanas cientos de cineastas protagonizaron una importante movida frente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCCA). Hecho además que fue duramente reprimido por la policía a de la ciudad. Acá una de las voces que nos cuenta el porqué de la lucha.


Entrevista: Luis Cuello para Borrador Definitivo

Federico Pozzi  es cineasta. Como él nos cuenta: “dirigí cortometrajes, estoy produciendo una película, escribí casi todos mis cortos, escribí una serie, hago medio de ‘pulpo’ dentro de lo que es la producción audiovisual, y también hago efectos especiales que es mi trabajo más rentado, pero siempre dentro del cine y el audiovisual”. Fede nos ayuda a entender el conflicto que se desató hace algunas semanas (aunque venía de lejos) con el INCAA y su director Luis Puenzo, además de analizar algunas de las políticas estatales hacia el arte y la cultura, en la perspectivas de los recortes ya existentes y hoy profundizados por el acuerdo con el FMI.

Fede nos cuenta que: “Luis Puenzo asume con un amplio apoyo de todo el arco de la industria cinematográfica, no solo por su trayectoria, sino porque en el 2017 cuando lo ‘renunciaron’ al director de entonces (como parte de la ofensiva macrista sobre el Instituto por parte del avance del Ministerio de Cultura que en ese momento que dirigía el ministro Avelluto) se plantearon las primeras movilizaciones masivas. En ese momento yo estuve en una toma del cine Gaumont en la que estuvo Luis Puenzo, que tomó el micrófono y pidió seguir defendiendo la ley que él, junto con Pino Solanas, prácticamente apadrinaron en el ´94 y que es lo que dio lugar a que hoy exista toda una generación de cineastas que podamos soñar con vivir del cine, con hacer de nuestro arte nuestro trabajo.

Luis Puenzo era una persona que en ese momento no solo despertaba admiración por su carrera, sino también por lo que había hecho políticamente. Así asume en el 2019 y rápidamente dilapida ese poder o ese consenso con unas formas que nos sorprendieron a muchos porque no las esperábamos para nada. Después vino la pandemia, el Instituto quedo prácticamente paralizado, mientras todos los entes gubernamentales, ministerios, secretarías, estaban buscando la forma de adaptarse y de sostener a su industria y de atender a las razones de ser, el INCCA quedó paralizado. Puenzo no estuvo con los cineastas, estuvo haciendo ‘cuarentena’ como si fuese un civil y no un funcionario que representa a todo un sector. Nos soltó la mano, prácticamente no hubo medidas para paliar la pandemia y las que tomó lo hizo tarde y fueron insuficientes… Esa fue la gran decepción. Nunca actualizó el plan que rige cómo se distribuye el Fondo de Fomento; el plan de fomento sigue o seguía siendo hasta hace poco el que había presentado Cacetta en enero de 2017, que ya lo habíamos denunciado por concentrar el dinero de los subsidios en muy pocas manos. Puenzo no solo no mejoró eso, sino que lo empeoró. Cada vez es más difícil acceder a que el Instituto subsidie la producción de una película. Hubo épocas en las cuales, si ganabas un subsidio, hacías una película. Ahora tenés que salir a buscar más recursos porque no alcanza para hacer una película con lo que da el INCAA. Así se fue devaluando la función de Instituto hasta donde estamos ahora. Y hoy es una buena noticia que lo hayan despedido a Puenzo, pero estamos igual que cuando se inició el conflicto”.

Borrador Definitivo- En Fondo de Fomento, además, no compete solo al cine sino que además financia otras ramas de la cultura y el arte como el teatro, la música, las bibliotecas populares. Y hoy nuevamente estamos al borde de la liquidación de ese fondo.

Federico Pozzi- Exacto. El Fondo de Fomento, que se crea con la ley del ´94 por las nuevas tecnologías que hacían más difícil el cobro de un porcentaje de lo que el cine aporta para esos medios y que vuelva al cine, hoy está en peligro porque en el 2017 se aprobó una ley dentro de un paquete de leyes. A  mí me decepciona muchísimo. Nos lo dijeron diputados en la cara: ‘no lo leímos, nos lo pasaron entre 150 proyectos y no leímos ese pedazo’. Yo no podía creer que un diputado nacional diga una cosa así. Entonces esa ley le pone fin a los impuestos específicos que abastecen el Fondo de Fomento.

Además no eliminan los impuestos. Hay mucha gente que cree que les va a salir más barata la entrada. No, los impuestos se siguen cobrando, solo que van al Tesoro General y el presupuesto de los Institutos de cine, de la música, del teatro y las bibliotecas populares se van a financiar mediante el presupuesto nacional que, por ejemplo, este año no hay. La financiación de todos estos Institutos empieza a depender de la discrecionalidad de los funcionarios de turno. Entonces habrá que hacer una negociación anual. Sobre todo el cine necesita mucha previsión, son proyectos que por ahí te llevan 5 años, 7 años, y uno no puede estar viendo anualmente si tiene o no tiene fondos, porque no se puede sostener. Si este fondo deja de tener su sustento automático, van a empezar a cerrar Pymes, productoras que se dedican a hacer películas o series contando con los subsidios del estado, van a desaparecer. Es automático.

BD- Y además también hemos leído que hay una concentración, de los pocos presupuestos que hay, en pocas manos y centralmente en Capital Federal.

FP- Puenzo nunca tuvo ninguna visión federal, con perspectiva de género. Simplemente se dedicó a seguir concentrando lo que ya funcionaba y que quizás es lo que menos necesita de los subsidios estatales, y sobre todo para el AMBA.

Ahora el diputado Carro (FdT) presentó un proyecto, que necesitamos que se apruebe sí o sí, que posterga el vencimiento de estos impuestos específicos. Y después hay que empezar a pensar en cómo se va a abastecer ese Fondo de Fomento para adelante, porque la TV por aire y los VHS que se alquilan eventualmente van a dejar de existir como aporte al INCAA. Hay que empezar a ver en dónde está el consumo hoy, si el consumo está en las plataformas, son ellas las que tienen que empezar a dejar su aporte sobre los contenidos que venden. Porque además, están usando infraestructura nacional: la señal de las plataformas pasa por cables de fibra óptica que son argentinos, pagados por el Estado Argentino, y no dejan nada. Hace poco apenas se pudo empezar a cobrar el IVA, pero no pagan derechos de autor, derecho de intérprete, tampoco los actores están cobrando por sus apariciones. Cobran por su trabajo, pero no por el derecho de imagen, como sí cobran por ejemplo mediante SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes) en la televisión. Lo que sigue ahora es ver cómo se va a fomentar y sostener la industria del cine de acá a 20 años. Y es un trabajo enorme.

BD- Seguramente que sí. Igual uno no se puede abstraer que esta situación del cine, en su especificidad, tiene bastante que ver con muchos de los fenómenos que ocurren en el país, porque estamos hablando de una ley votada en el 2017 que fue acompañada por la oposición de ese momento y sobre lo que hoy, después de dos años, nadie ha tocado absolutamente nada.

FP- Si, yo creo que hubo un pensamiento de que esto es para otra persona. La gestión macrista no tocó esa ley porque la defendía, y cuando comenzó el otro gobierno, lamentablemente empezó la pandemia y nosotros estuvimos juntándonos con los diputados durante la pandemia, estuvimos tratando de darle visibilidad a esos fondos, pero la verdad es que no estaba en las prioridades de nadie. Y ahora, decí que hay un proyecto presentado y que hora el Ministerio de Cultura y el diputado Carro están tratando de movilizarlo, pero esto necesita de todo el apoyo del bloque del FdT porque el bloque de JxC ya dijo que está en contra. Esto es desesperante porque si ya tenés más o menos la mitad del Congreso en contra, en términos legislativos, es como que ya pasó. Hay que militarlo, hay que pelear todo lo que se pueda, pero estamos muy cerca de que se terminen los fondos del INCAA.

BD- Además de lo que decís, imaginamos que hay grandes intereses económicos detrás del entretenimiento, que son de las grandes empresas de streaming.

FP- Totalmente. Lo estudios, las “majors”, ya son dueñas acá de la gran mayoría de las salas de cine, y del 90% del mercado de la distribución de películas. Eso es pre pandemia. Así es la situación en la que estábamos: todo el cine argentino independiente se movía en ese 10% de mercado, de eso se sostenía; el otro 90 % ya se lo llevaban corporaciones, en su gran mayoría extranjeras. Lo que viene a generar la plataforma es sacudir ese mercado y ahí no hay regulación alguna, no hay Estado que intervenga, es como tierra de nadie.

BD- Además que este tipo de tecnología también ha planteado una pelea entre las grandes corporaciones entre sí y a nivel mundial.

FP- Sí. Hace poco vimos cómo una “major” se comía a otra. Eso nunca había pasado en la industria del cine cuando Disney compró Fox fue medio un hito. Ahora Amazon acaba de comprar MGM… Están pasando cosas en las que las plataformas empiezan a copar el mercado. Un mercado que encima parece ser más pequeño que es el de entretenimiento, pero que a la vez por ejemplo Disney es dueña de casi todos los canales de TV, es dueña de los estudios más grandes del mundo, de las distribuidoras…. Estamos consumiendo de monopolios y eligiendo entre un monopolio u otro, no hay alternativa.

BD- Volviendo a la intervención del Estado: si bien no se votó, el presupuesto de Cultura del año 2022 iba a ser casi un 20% menor que el del 2021, que ya era bajo. Entonces parece que el fondo del problema es más que Puenzo, sino que expresa políticas estatales.

FP- Es más que Puenzo. Él era funcional a algún interés que yo nunca pude dilucidar claramente. Por eso se sostuvo tanto en el cargo. Evidentemente lo que estaba haciendo Puenzo era algo que alguien deseaba que suceda. Yo no sé si de todo el estado o una parte. La verdad que eso no lo puedo dilucidar y sinceramente no lo entiendo. Pero estoy convencido que, por todo el tiempo que se sostuvo en el cargo haciendo una gestión tan mala, tiene que haber tenido un sustento por algún lado.

En estos dos años nosotros tratamos de juntarnos con Puenzo repetidas veces. Fuimos a la puerta del INCAA. Cuando nos ha recibido, hemos tenido siempre los mismos tratos, o mejor dicho el destrato, con actitudes violentas, casi se manejaba como un patrón de estancia y bueno, ahí estamos. Eso lo puede hacer porque atrás alguien lo está sosteniendo, no puede ser que un funcionario público trate al Instituto de Cine como si fuese su productora. Esto no puede ser.

BD- Cuando vos contabas esto que los impuestos se siguen manteniendo pero que ahora no van a ir para producir cine ni a sostener bibliotecas populares, sino que van a ir a otro lado, uno supone que también esto es parte, con su particularidad, de un mecanismo de ajuste más general vinculado al acuerdo con el FMI.

FP- Es probable. La ley que se aprobó en el 2017, es verdad que es anterior al préstamo del FMI y toda la crisis del 2018, pero sí, parece estar englobado en una política de ajuste generalizada. Estoy de acuerdo con eso.

Testimonio de una lucha que lleva tiempo. Afiche convocando a una movilización en la puesta del INCAA en mayo de 2018.

BD- Quería que nos contaras un poco la forma en que se han organizado a partir de esta crisis.

FP- Lo que es el arco político de la industria cinematográfica tiene varias asociaciones y cada una de ellas tiene sus ideologías, sus formas de representación. Hay un Colectivo de Cineastas, que es un espacio bastante abierto y horizontal, que considera cineasta a cualquier persona que está involucrada en la hechura de una película. Yo con mi curriculum, en su momento, no podía entrar a ninguna asociación salvo a este colectivo, que es un espacio abierto y que representa a una generación y a un tipo de cine y que nos sentimos cercanos en ese sentido, entonces nos agrupamos en una asociación hace 5 años ya. Pero es verdad que ya existían un montón de asociaciones que tenían sus luchas, su historia, incluso tenemos compañeros que están en más de una asociación. Y todos nos nucleamos en este caso en Unides por el Cine, que es quien está llevando adelante y convocando la movilización actual, quienes están llevando adelante la lucha por la no caducidad del Fondo de Fomento. Unides por el Cine es una agrupación de agrupaciones.

BD- Estaba leyendo una declaración que dice que “la salida de Puenzo del INCAA no es el final sino el comienzo de las medidas que desde este sector cultural exigimos desde hace tiempo”. Esto refleja lo que vos nos venís contando.

FP- La realidad es que hoy estamos igual que la semana pasada (lunes 11/4, día de la movilización), solo que no está Puenzo, pero en términos de política cinematográfica estamos igual, no ha cambiado nada. Simplemente hay una nueva gestión, a cargo de Nicolás Batlle, que tendrá que hacer cosas muy elementales, que parecen muy obvias, pero no se estaban haciendo: básicamente llamar al Concejo Asesor, convocar a asociaciones para ver qué política van a llevar adelante. Puenzo tenía otro problema que es que él creía que, por haber sido elegido por el presidente, no tenía que comunicar nada, no tenía que consensuar nada. Bueno, eso deriva también en su salida, la idea de que su figura iba a arreglar todo. Y bueno, eso no funciona así ya.

BD- Al mismo tiempo, la movilización fue duramente reprimida, con tres de sus participantes, hospitalizados.

FP- No es la primera vez que nos nucleamos en la puerta del INCAA. El INCAA no solo es un faro para nuestra producción, es también el lugar donde trabajamos casi todos los días, un lugar adonde, al menos antes de la pandemia íbamos regularmente. Y era como un lugar de encuentro, y nos ha tocado también ir a protestar a su puerta muchas veces. Pero jamás nos había pasado que nos rodee un cordón de policías como pasó el lunes. Un poco sorprendidos, incrédulos, nos dijimos ‘no es necesario que traigan tanta policía’, pero bueno, pasó lo que pasó. Estábamos desconcentrando cuando empezaron a reprimir. Estábamos en la vereda, parados como ciudadanos comunes, la calle estaba circulando, no habías más corte, no existía más nada. Estábamos circulando por la vereda, y de repente la policía empezó a agarrar gente, a pegarle y a separarla del grupo y ponerla detrás de una especie de cordón de policías con escudos. Creo sinceramente que fue a propósito, vinieron, intentaron provocar un poco, nadie en toda la manifestación entró en esa provocación, dijeron: ‘acá nos tenemos que llevar detenidos, tenemos que dar un mensaje de que ya no se toleran las marchas en las calles’, y bueno… la verdad que un grupo de cineastas es fácil de reprimir, no hay ninguna consecuencia. No estaban reprimiendo a una columna de “La Cámpora” que sabés que trae como consecuencias conflicto, o una organización social, estaban reprimiendo a gente que no tiene costo político. Es más, es todo ganancia, porque ahora Larreta puede decir ‘reprimimos una manifestación’ y su electorado estará contento de que sucedió una represión en la Ciudad de Bs. As. Porque no le encuentro explicación al accionar de la policía. Yo soy medio inocente quizás. A lo mejor la policía actúa así en todas las movilizaciones.

BD- Uno podría hacer una chanza que es casi de humor negro. Si hubiese estado Berni, quizás no les hubiese ido mucho mejor.

FP- Puede ser que no. Pero ya nos ha pasado de estar en la puerta del INCAA y que quien venga a controlar sea agente de tránsito y que nos digan “dejen un carril libre” y listo, ya está, no pasa nada. Pero esta vez eran 150 policías con escudos y bastones, y todos vestidos con uniforme para reprimir. No tenían otra función. Eran una fuerza de choque. Nos tendríamos que haber avivado en ese momento, quizás sí. Pero bueno. Ahí corre la inexperiencia de la gran mayoría, en la que me incluyo, la falta de tacto, quizás si hubiera sido una organización social, o alguien con mucha más experiencia en reclamos en la calle, probablemente hubiésemos previsto que eso significaba represión y no una forma de amedrentar. Esto fue básicamente ‘queremos dar un mensaje que acá nadie va a cortar la calle.

El martes cuando Puenzo no renunciaba, y nosotros estamos volviendo a convocar para el miércoles, lo estábamos haciendo desde un lugar que a mí nunca me había tocado, que era desde el miedo. Nunca tuve miedo de salir a la calle. Tengo 36 años, fui a la plaza de mayo en el 2001, y después de ese día nunca tuve miedo de ir a la calle, nunca me pasó. Y el martes estaba convocando a una conferencia de prensa para el miércoles en la puerta del INCAA, de nuevo, porque Puenzo no quería renunciar, y lo estaba haciendo con miedo sinceramente. No quería ir. Porque sabíamos que nos iba a estar esperando la policía. Esto es una victoria de un sistema represivo. Hoy yo tengo miedo, es un eufemismo pero sí me encontré convocando el martes a algo a donde que no tenía ganas de ir.

Es muy fácil que, si ponés un escudo y un bastón y un tipo con poca paciencia al lado de una manifestación, y bueno… se genera más violencia, no menos. Y, si en lugar de pegarte un escudazo, sacan el bastón y te rompen la cabeza, por ahí tenés mala suerte y la pasas muy mal. Eso escala muy rápido. Y lo vi el lunes (día de la represión). Pasó de estar yendo a tomar una cerveza caminando por la vereda, a compañeros detenidos, palazos, a tener que estar frenando patrulleros que se llevaban compañeros detenidos, entonces vos decís ¿Cómo pasó todo esto? Cómo puede ser?

BD- Lo sucedido también ha reactivado una vieja discusión que es que muchos sectores del poder dicen: cine, teatro, arte, ¿para qué?

FP- En una visión medio cortoplacista. Nosotros tenemos historia porque tenemos registro, porque tenemos memoria. Si no producís vos tus propias películas o tu propia música, ¿quién va a contar la Argentina del 2022?, ¿o vas a ver la Argentina a través de los ojos de Netflix de acá a 30 años? Es muy sensible y lo que más llama la atención es que la gran mayoría de la gente que tiene ese discurso de “¿para qué cine?” es gente que admira sociedades que por supuesto tienen su cine, y defienden su cinematografía: Europa, todo el llamado primer mundo, tienen cinematografías robustísimas y las defienden a capa y espada. Y esa gente que pide no producir más películas argentinas, después vienen a hablarte bien de la política cultural de Francia, o que Alemania hace tal cosa, y Estados Unidos tal otra… y todos esos países tienen cinematografía y las cuidan. Salvo en Estados Unidos, el cine funciona así en todos lados: si querés tener películas, tenés que tener un Estado atrás que sostenga el sistema. Y esa misma gente habla peste de otros tipos de países, que llaman subdesarrollados, y que justamente son los que no tienen cinematografía.

A mí eso me llama mucho la atención: ¿Para qué cine? Para saber quién sos. Por eso necesitás cine. Si no, te lo cuenta Netflix. Ellos te dicen ‘un argentino es esto’. Sinceramente siento que sin el arte nos asemejamos a los animales que comen y duerme. Sin cultura no existen las sociedades. Es muy básico. No diría: “por qué películas”, diría: “por qué tan pocas”. Esto con respecto a cualquier arte. Argentina supo ser un faro cultural en la región, era el lugar donde miraban eso: música, películas, Argentina, México, Brasil. Si dejamos de producir películas, ese lugar lo va a ocupar alguien. Ya lo están ocupando otros países que sí están sosteniendo cinematografías, que sí están sosteniendo que es hora de contar. Argentina lo que tiene es que empezó mucho tiempo antes. El vínculo con el cine es casi desde sus inicios. A los 6 meses que se inventó el cine, ya se había proyectado acá, y al año ya estábamos produciendo pequeños cortos. El vínculo es muy fuerte y de larga data. Va a llevar muchísimo tiempo desarmar ese vínculo con el cine, si es que lo quieren desarmar. Hay mucho trabajo y muy lindo por hacer, estamos en un lugar donde, empezar a contar buenas noticias es posible que sea algo habitual, si seguimos en esta senda creo que muchas buenas noticias se van a concatenar y ojalá tengamos la industria cinematográfica que nos merecemos.