El proceso de resistencia universitaria a las políticas de ajuste del gobierno de Milei, tuvo sus picos con las dos marchas federales universitarias, en los meses de abril y octubre; y con una serie de tomas de facultades, con asambleas masivas, clases públicas y otras medidas estudiantiles; después de que el Congreso validara el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. Hoy, esas medidas de lucha parecen haber entrado en un breve impasse, aunque muchos estamos convencidos, como menciona nuestro entrevistado, que estamos en los primeros momentos de un proceso que puede ser largo y del que habrá que ver su desarrollo.

Ya pasada la Segunda Marcha Federal Universitaria y aprobado el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario; quienes tomaron la iniciativa política fueron los y las estudiantes. Surgieron en todo el país asambleas que, poco a poco, fueron haciéndose masivas; la mayoría de las cuales desembocaron en tomas de facultades, clases públicas y nuevas movilizaciones.
Así es que quisimos conocer cómo está viviéndose ese proceso desde dentro. Para ello consultamos a estudiantes de las universidades de Córdoba, Buenos Aires y Rosario.

La marcha del 23 de abril puso de manifiesto que una de las cosas que este pueblo está dispuesto a defender de la estocada mortal que pretende darle el gobierno de Milei, es la educación pública. En la siguiente nota, Marco Britos nos invita a pensar otras cuestiones que complejizan el tema ¿Cuánto queda verdaderamente de la educación pública? ¿Qué tipo de universidad necesitamos? ¿Al servicio de quién? Esta y otras cuestiones se abordaran en la siguiente nota que invitamos a leer.