El 27 de agosto se realizó en todo el país, la séptima Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil. Emilia es una de las referentes indiscutidas en la lucha contra la represión policial y estatal, y la llamamos para que nos de su parece sobre la marcha y la lucha cotidiana contra la pandemia de brutalidad policial que sufren los pibes y pibas de las clases oprimidas.


Entrevista: Juanjo Lázzari. Edición: Borrador Definitivo

Emilia Vasallo, referente de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, se ganó ese título no sin dolor. Su hijo, Pablo Alcorta, “Paly”, fue baleado por un policía de la provincia de Buenos Aires en 2013. Murió en diciembre de ese año, después de una agonía de meses. Así es que, con la fuerza de espíritu y la decisión que la caracterizan, formó parte de esta iniciativa.

“Es un iniciativa de los familiares, que nació de la necesidad, no solamente de visibilizar y de que los familiares tengan ese espacio donde poder contar sus casos para que sean escuchados. Muchas veces vamos a los estrados judiciales, a hablar con los fiscales, con los jueces, y somos no solamente maltratados sino ninguneados, por nuestros hijos, a lo mejor porque algún familiar tiene antecedentes. Entonces creo que esta iniciativa es eso: denunciar al estado que es el principal responsable de los asesinatos, de las desapariciones, de las torturas de nuestros hijos, nuestros hermanos, de nuestros pibes como decimos nosotros, los familiares.

Todo, obviamente, viene aparejado de un contexto de desigualdad. De un sistema injusto no podemos esperar justicia; en un sistema de opresión y represión  como es el sistema capitalista, esto tiene que ser así: tienen que ejercer control social sobre la clase, la clase trabajadora ocupada y desocupada.

Los familiares entendemos que el camino de lucha es largo, que no alcanza solamente con visibilizar nuestros casos, sino que también, otros puedan hacerse eco de nuestros casos y salir a luchar por sus propios casos. Por eso surgió la Marcha Nacional”.

Afiche de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, de años anteriores. Por la artista e ilustradora Villy Villian

Siempre que hablamos de violencia policial, el informe de personas muertas a manos del estado que, año a año, presenta la organización Correpi es una referencia ineludible, gracias al cual, los fríos números nos ayudan a tomar dimensión de la brutalidad ejercida por el estado, cuando dice estar preservando la seguridad de la población.

“Esa iniciativa nació de un familiar –nos cuenta Emilia-, de la mamá de “Fito” Ríos, un pibe que fue asesinado en la cárcel de Caseros. Uno de los integrantes del Ministerio de Seguridad le dijo a su madre que no había gatillo fácil, sino que había noticia fácil. En ese momento no había internet como hay ahora y ella, buscando en las bibliotecas, en los periódicos, con las noticias, le llevó hechos concretos y números. Ella es nuestra compañera Delia Garcilazo, la mama de “Fito” Ríos.

Creo que hasta el año pasado, cuando hizo la presentación Correpi, había más de 7700 casos de gatillo fácil (Informe 2020), que sabemos o porque son judicializados o porque a las familias las conocemos y porque se saca todo de internet”.


Como humanos que somos, hacemos una pregunta que contiene, en sí misma, dos errores gruesos, perdonables solo porque la respuesta a ellos es por demás de interesante. La pregunta en cuestión es:

BD: Según tu experiencia, ¿la mayoría de los casos consiguen justicia o queda en la nada y esos policías siguen trabajando?

Emilia: Como te dije: en un sistema injusto jamás tendremos justicia. No digo que no hay que luchar contra este sistema judicial, porque eso empieza desde el poder político, el poder judicial y el poder policial y todas las instituciones que están para cubrir al policía que disparó, que apretó el gatillo.

Nosotros decimos que los policías no son trabajadores, sino que son represores de la clase. Los policías cumple funciones, una de las funciones que cumplen es esa: el control social, el amedrentamiento a los pibes, el gatillo fácil, las causas armadas, o cuando se niegan a robar para la policía los encarcelan o los matan, el tema del  narcotráfico, sabemos que el narcomenudeo está manejado por la policía, porque no podría haber narcomenudeo si no estuviera la policía metida de por medio, o la trata de personas, o las desapariciones forzadas, ¿cómo desaparece una persona si no está metida la institución de por medio? Es imposible.

Ezequiel Corbalán y Ulises Rial, asesinados por la policía en la ciudad de San Nicolás, mediante el uso letal del patrullero, en el año 2020.

En épocas de campaña electoral, ¿cómo no preguntar por uno de los personajes, a nuestro entender, más nefastos de la política argentina actual: Sergio Berni? Pregunta que nuestra entrevistada responde, además, regalándonos una muy ajustada definición de nuestro sistema político.

“Sergio Berni para mí es un personaje –sentencia Emilia-. No deja de ser un tipo muy inteligente, un tipo represor en todo sentido y que busca su propio rédito político. A él no le interesa que deje de haber gatillo fácil. Él dice, donde hay un delito ahí estaremos nosotros, si la policía comete un delito, ahí estaremos nosotros. Y la realidad no es esa, ese es un discurso político, no es de un Ministro de Seguridad.

Nosotros creemos que el gatillo fácil es una política de estado, hablo de gatillo fácil y contexto represivo en todo sentido. Creemos que es una política de estado y que gobierne quien gobierne, eso va a seguir siendo así, no hay otra forma de ejercer control. Pasan los ministros y la represión sigue existiendo igual, pasan los gobiernos y la represión sigue existiendo igual. O sea que yo creo que apostar a que eso pueda cambiar depende del pueblo, depende de la conciencia y la claridad que podamos llegar a tener.

Yo creo que un voto no cambia nada, ni uno ni dos, ni tres, ni cuatro. Los gobiernos son todos los mismos: distinto color, distinto discurso, uno más progre que otro, uno más facho que el otro, pero en realidad, para nosotros, la gente de los barrios, los pibes y las pibas, las madres, que tenemos que salir a trabajar 12 o 15 horas por día, y dejamos a nuestros hijos, la realidad sigue siendo la misma. Cuando un pibe es asesinado o encarcelado, siempre se dice: ¿dónde estaba la madre que no cuidó a ese pibe? Y la madre estaba rompiéndose el lomo 11 horas, laburando para que otros se llenen los bolsillos, y para poder darles de comer a sus hijos y que estudien”.


Por último, no podemos despedirnos sin repetir la misma pregunta hecha en cada charla que hemos compartido: ¿En qué estado se encuentra la causa por el asesinato su hijo?

“Ahora con el tema de la pandemia estuvo todo muy parado, sigue estando parado porque los juicios son virtuales, las declaraciones son por zoom, si vos querés ir a hacer una denuncia a la fiscalía, de la única forma que te toman una denuncia es por mail. Está pendiente una pericia que la tienen que hacer los peritos de la Corte Suprema de Justicia. El 6 de diciembre se van a cumplir 8 años de la muerte de “Paly” por el disparo que salió del arma reglamentaria de Diego Ariel Tolaba, y lo último que yo supe es que estaba en funciones en la policía de la ciudad y que estaba en la división de Delitos contra la salud y la seguridad públicas.

Hace más o menos 20 días tuvimos una actividad desde la Secretaria de Violencia Institucional, que preside Pietragalla, que están haciendo una señalética con los casos de gatillo fácil. La iniciativa me parece piola, por lo menos porque los familiares que integramos la Marcha Nacional tenemos la autonomía de poder escribir lo que se va a poner en esa señalética, y lleva abajo, aparte del icono del Ministerio y de la Presidencia de la Nación y todo eso, el logo de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, que a nosotros nos parece algo re importante, porque es gracias a la lucha y a lo que denunciamos.

Yo les digo a los familiares: que nos escuchen no quiere decir que esa sea la solución, uno pone en conocimiento cosas que ellos saben. Pero una cosa es que lo sepan y otra cosa es que salga de nuestra boca y que ellos tengan frente a frente a los afectados directos. Porque nuestros hijos fueron las víctimas, no nosotros, y nosotros somos la voz de nuestros hijos e hijas porque ellos hoy no están.

Seguimos denunciando todo, gobierne quien gobierne, nosotros estamos abiertos a escuchar pero no nos quedamos con eso. Seguiremos denunciando, seguiremos acompañando, seguiremos luchando por una sociedad mejor, por un sistema justo, que no haya ni explotadores ni explotados y que sea una igualdad para todos”.

Imágenes de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil 2021 en Rosario
Fotos: Luis Cuello