En lo que se refiere a la dictadura militar, esa memoria, verdad y justicia solo ha hecho foco, en asesinados, desaparecidos, torturados, habiéndose accionado judicialmente para que supuestamente se hiciera justicia respecto a los responsables de tales hechos.
Sin embargo se ha guardado un silencio impenetrable desde los poderes públicos respecto a las acciones económicas de esa dictadura, a la estructura legal que instrumentó, a los compromisos externos que fueron asumidos por ella y que respetaron todos los gobiernos desde Alfonsín al actual, sin que a nadie de los grupos mayoritarios se les moviera un pelo.

Pasó otro 24 de marzo, de lucha en las calles, de marchas, de memoria y reclamo de justicia. Día también de disputa política por el significado de las fechas, del recuerdo de los 30 mil. De luchar contra quienes pretenden apropiarse de la memoria para fines electorales, propagandísticos o del tenor que sea. En este marco es que se inscribe el Documento del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, espacio integrado por más de 300 organizaciones de derechos humanos, estudiantiles, sociales, sindicales y políticas; que todos los 24 de marzo marcha en todo el país, junto a familiares de los desaparecidos, como también a decenas de miles de personas que, cada generación, se suman a la lucha.

Cada año, el aniversario del golpe del 76 nos recuerda que este hecho de la historia que ya está cerca de cumplir el medio siglo, sigue formando parte inevitable del presente argentino:  cada vez se revisan sus razones y se revuelven sus dolores y se traen al presente los datos –una de las modas más reciente – preguntarse si fueron o no treinta mil.

La quiebra del Silicon Valley Bank significó el detonante de una crisis bancaria en los EE.UU. que se está replicando por Europa con velocidad. Los Estados de forma inmediata salieron al salvataje de las entidades en ambos lados del Atlántico pero sin poder detener los efectos que se manifiestan con las bajas bursátiles y la depreciación de acciones y bonos. Mientras tanto las empresas tecnológicas continúan despidiendo a miles de trabajadores. La incertidumbre y el fantasma de una crisis financiera similar a la de 2008 aumentan día a día.

Es difícil opinar en la Argentina a la velocidad que impone su agenda.
Apenas unos días después de la votación de una moratoria para que los que no alcanzan los treinta años de aporte puedan jubilarse, ya pasamos por el discurso de Alberto Fernández en la inauguración de las sesiones ordinarias de la legislatura y lo vimos ponderar la moderación y enseguida después gritar y ahí nomás nos empezamos a empachar con los análisis de los gestos que cada cual hizo, repetidos hasta el cansancio por la televisión.