En un principio, la noticia fue una de tantas que habitan la sección de policiales de los diarios de Rosario y sus alrededores. Un hombre intenta robar cables de alta tensión de un pozo que la Empresa Provincial de Energía (EPE) había dejado abierto y recibe una descarga que calcina el 90 % de su cuerpo. Y después del desenlace y de los titulares, los comentarios envalentonados de quienes siempre gustan de celebrar que haya “uno menos”.