Violaciones a los DD.HH. en el país organizador y en varios de los países participantes, la corrupción siempre vigente de la FIFA, sumado al silencio por la condena a muerte contra el futbolista iraní Amir Nasr-Azadani. Aquello que se intenta esconder detrás de la pelota cuando ésta comienza a rodar.
En el congreso de la FIFA, realizado en Qatar, país anfitrión del próximo mundial, la dirigente del fútbol noruego Lise Klaveness tuvo la ocurrencia de tocar temas “prohibidos” y, por supuesto, sus pares masculinos la mandaron, poco menos, que a lavar los platos.