Llenar los accesos y egresos de barrios pobres con policías no reduce el delito, todo lo contrario, al colocar en las barriadas contingentes de fuerzas violentas y corruptas como lo son la bonaerense y gendarmería aumentarán de manera directa los casos de gatillo fácil y abuso de autoridad y, de manera indirecta pero mucho más certera, fortalecerá la fusión de las fuerzas de seguridad -proveedores de zonas liberadas y armamento- con los dueños de la droga -quienes casualmente no viajan en bondi, ni viven en villas-.