La crisis del frente gobernante continúa en la medida que se hacen imparables la inflación, la devaluación del peso y otros rasgos de la debilidad del capitalismo argentino. Tanto que la constante actualización de las disputas internas parecen dejar atrás lo que sobre esto pueda decirse. Y decimos «precen» porque entendemos que detrás de los cambios de nombres, subyace el mismo conflicto burgués, intensificado cada vez más, y la misma ausencia de una alternativa obrera y popular.