Desde el estallido social de octubre de 2019, hemos seguido la actualidad Chilena con atención. En su momento, pudimos viajar al país trasandino y vivenciar en carne propia ese proceso. Durante esa experiencia, también tejimos relaciones políticas y fraternas con una serie de cumpas que siempre nos mantienen al tanto de su realidad.

Hoy, la actualidad chilena está signada por el amplio triunfo del RECHAZO a la Constituyente y la crisis del actual gobierno “progresista” de Boric, aplicando medidas antipopulares. Esta situación abre infinitas preguntas: ¿Qué pasó con las grandes movilizaciones del 2019? ¿Cómo jugaron las políticas de los partidos del régimen con el Acuerdo de Paz (que abrió el proceso constituyente)? ¿En qué cambiaba la situación de los chilenos una reforma constitucional amainada y restringida (ténganse en cuenta que la convocatoria impedía tocar resortes básicos, como por ejemplo los pactos internacionales que signan la economía chilena)? Si el triunfo del RECHAZO fue masivo en los sectores populares, ¿es posible decir que fue una derrota para ellos?

Éstas son parte de las decenas de las preguntas que hay que hacer, y la incógnita de cuál será el proceso a futuro: ¿podrán los trabajadores y el pueblo chileno imponer una salida obrera y popular o seguirán la burguesía y las multinacionales de todo color manejar los destinos del país?

Más allá de nuestras opiniones, no pretendemos bajar línea desde lejos y sin poder vivir día a día la realidad chilena. Muy por el contrario, nos proponemos difundir una serie de artículos –de producción propia o ajena- que expresen las diferentes posturas, que son parte de los debates abiertos al interior del movimiento popular chileno. Sí, por nuestra parte, siempre esperamos que, en algún momento, vuelva a hablar el pueblo en la calle.

Pd: La redacción publica estas notas, independientemente de acuerdos o desacuerdos globales o parciales con las opiniones vertidas en ellas.


Entrevista: Luis Cuello

Gustavo Burgos, es militante y editor de la revista El Porteño de Valparaíso. En Chile lo conocimos en el auge del proceso de octubre de 2019, cuando pudimos hablar con él, obviamente en otra situación política. Hoy volvemos para conocer su opinión sobre el proceso de RECHAZO a la Constituyente:

“El hecho ha sido presentado internacionalmente como lo que es en realidad: una derrota significativa, muy maciza del gobierno –no dice al inicio de nuestra charla, bastante categóricamente-. Seguidamente la burguesía ha tratado de interpretar esta derrota del gobierno como una derrota de las ideas de cambio social, de transformación social, y como la afirmación de un espíritu conservador en lo más profundo del pueblo chileno. Ese curso se ha propalado a través de los medios de comunicación, que como en todo país capitalista están en poder monopólico del gran capital. La verdad es que la situación, y hay muchos signos para evaluarlo y para concluir esto, es distinta de eso. No estamos en presencia de un giro a la derecha, así como tampoco estamos en presencia de la emergencia de un movimiento de carácter fascista que pudiese asestar una derrota profunda a las masas. Más aun ese tipo de afirmaciones y razonamientos, están dirigidos fundamentalmente por aquella izquierda que se sometió al proceso constitucional y llamó a votar APRUEBO en este plebiscito.

En realidad, lo que ocurrió es que, si bien en el plebiscito se votaba una constitución, en la práctica se transformó en un plebiscito por el gobierno, y el gobierno de Boric es un gobierno que está caracterizado por su absoluta desconexión con los reclamos populares. No solo los históricos reclamos populares, sino inclusive aquellos que emergieron con mayor fortaleza a partir del levantamiento revolucionario de octubre del ´19; y es ahí donde nosotros debemos encontrar una respuesta a este fenómeno”.

Borrador Definitivo: ¿En qué se expresa esta “desconexión del gobierno que vos marcás?

Gustavo Burgos: Esto se expresa de dos maneras: en primer lugar, con un vertiginoso hundimiento de la política identitaria, la política de minorías, el ambientalismo y feminismo pequeño burgueses, y en general aquellas cuestiones que conformaron el programa del Frente Amplio, que tiene una íntima conexión con “Podemos” español y “Zyriza” en Grecia. Se trata de una izquierda multicolor, una izquierda “hípster” como se dice aquí en Chile, que proviene de las Universidades y que con una retórica aristocratizante, pretende dirigirse al pueblo diciéndole qué es lo que tiene que hacer, incluso de qué manera hablar. Al menos aquí en Chile, la utilización del lenguaje inclusivo es patrimonio o fue iniciativa de aquellos sectores que después confluyeron en lo que actualmente conocemos como Frente Amplio, que viene de las movilizaciones estudiantiles de 2011, donde el actual presidente de la Republica, Gabriel Boric, fue dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), como también lo fue su vocera (la comunista) Camila Vallejos.

Yo diría que el primer damnificado de este proceso es eso. En segundo lugar también es damnificada la política concreta de Boric que ha sido una política  hasta ahora orientada a la protección del capital financiero fundamentalmente, y a los intereses de las multinacionales que han usurpado las riquezas mineras del país. Ya que casi tres cuartas partes de la producción de cobre se encuentra en manos de  consorcios mineros angloamericanos. Ligado también al  rechazo de una demanda popular muy sentida, cual era el retiro de los fondos previsionales, que son medidas paliativas del hambre en realidad; la extensión de fondos familiar de emergencia llamado IFE y también una negativa a hacer una condonación general de deudas universitarias llamadas CAE (Crédito con Garantía Estatal).

BD: Disculpa la interrupción y para mejor entendimiento, en Chile la educación secundaria y sobre todo la Universitaria es privada y ambas carísimas.

GB: Sí. Eso algo cambió a partir del 2011, especialmente en el segundo gobierno de Bachelet. Educación pública y gratuita hay también a nivel secundario. Lo que ha ocurrido en la educación Universitaria es que se han abierto canales de financiación para estudiantes sin que esto signifique que las instituciones que brindan estos servicios se transformen en estatales: son instituciones privadas que funcionan con subvención estatal. Estos pequeños cambios (y esto es uno de los fenómenos que explica lo que se está viviendo actualmente en Chile) significaron una conquista relativa de los estudiantes con las grandes movilizaciones del 2011, que se levantaron en contra en ese entonces, en el primer gobierno de Piñera. Y este fenómeno tuvo como efecto inmediato el que los estudiantes universitarios salieron de la escena política de manera completa.

Quien habla se formó como estudiante universitario en la década de los ´80 y comienzo de los ´90 y en aquel periodo de lucha antidictatorial, los estudiantes universitarios protagonizaron probablemente las escenas más rutilantes de la lucha en contra de la dictadura, teniendo además un papel muy significativo precisamente hasta el año 2011. Y precisamente esas concesiones que se hicieron, que importaron una gratuidad relativa en muchos establecimientos educativos superiores, importaron también la desmovilización de este sector y la cooptación de los dirigentes. Ejemplo de eso es que  el presidente de la ConFECh en 2012 es el actual presidente de la Republica, 10 años después. Eso no es menor; creo que tres o cuatro de los ministros actuales del gobierno fueron dirigentes de las principales universidades tradiciones en el país.

Entonces, en relación con la universidad hay indudablemente un retroceso. No se les ha visto participar en el 2019. En el estallido tuvieron una participación muy secundaria, muy postergada, menor. El ConFECh hace mucho tiempo que no llama a movilizaciones. Inclusive, es más, una de las primeras marchas que hizo la ConFECh al iniciarse el gobierno de Boric, fue una marcha que terminó en una conferencia de prensa dentro del Palacio de Gobierno. Fue de esas marchas falsas hechas para orientarlas nada más que a hacerle propaganda al gobierno que se estaba instalando

BD: Gracias por la aclaración. Antes que te interrumpiera estabas relatando la crisis del actual gobierno de Boric.

GB: Sí. Volvamos a lo anterior, que tiene que ver con el fracaso de la política económica, que finalmente se diluye o se traduce además de una caída brutal del salario. Nuestro país no tiene experiencia o memoria prácticamente de situaciones inflacionarias, a diferencia de Argentina. Y en lo que va corrido del año hay una inflación acumulada real que alcanza un 30%, lo que para aquí es algo brutal. El precio del dólar, que se ha mantenido durante décadas con una tasa de crecimiento menor, casi residual, tuvo un aumento del casi 25%. En un país donde parte sustancial de su consumo proviene de importaciones. Y esto tiene un impacto directo en la canasta básica no solo de bienes como vestimenta, electrodomésticos o automóviles; sino que buena parte de la alimentación también es importada. Además, nuestro país tampoco produce petróleo, ya que la energía que se produce en el país tiene origen en el agua y solar, esas son las fuentes principales de producción de energía. Todo esto tuvo como resultado la caída del salario de una forma muy significativa, y esto fue acompañado por una política que hizo centro en la cuestión del “orden público”. En la instalación del nuevo gabinete, el presidente Boric indicó como primera tarea lograr lo que él llamó eufemísticamente “la recuperación de los espacios públicos y la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y los ‘violentistas’”. Señaló esto a metros de los secundarios, que tanto el día lunes como los días martes y jueves han estado marchando no solo en Santiago sino que también aquí en Valparaíso, de una manera masiva como no se veía durante este gobierno.

BD: Con esto te referís a la semana post elección constituyente.

GB: Sí, sí, post constituyente. El mismo día martes, mientras se estaba haciendo el cambio de gabinete, hubo una marcha de varios miles de secundarios que marcharon por la Alameda y sufrieron una feroz represión por parte de las fuerzas especiales de carabineros (las fuerzas antimotines). Reprimieron como en los mejores días de la dictadura de Pinochet, usando gas pimienta, zorrillos y carros hidrantes. (NR: los zorrillos son pequeños vehículos que diseminan gases lacrimógenos a su paso).

BD: En este aspecto parece que Piñera no se ha ido.

GB: No. Este gobierno es indiscernible y con esto cierro el análisis del de Piñera: no es posible distinguirlo en ningún plano; primero porque no ha ingresado ninguna iniciativa realmente relevante, que revele alguna disposición a gobernar; y segundo porque en general, en todos los planos, ha venido sosteniendo e inclusive empequeñeciendo los beneficios sociales, que en su último periodo sí estableció el gobierno de Piñera producto de la lucha. Así que podría decirse que, sin temor a ser exagerado, este gobierno es aun más de derecha que el gobierno de Piñera, con la diferencia de que contó con una pequeña “luna de miel”, que terminó, a nuestro juicio, precisamente el día del plebiscito.

La posibilidad de que este gobierno tuviese continuidad dependía (y así lo plantearon directamente) de que se aprobara el texto constitucional. Ese era el proyecto que ellos tenían y de esa manera se iniciaba una larga transición de otros 30 años más, en base a un texto constitucional que reconoce los derechos de los animales, que reconoce la plurinacionalidad, que establece paridad de género y que tiene un montón de innovaciones técnicas desde el punto de vista del derecho constitucional moderno. Pero que en términos prácticos mantenía el orden de cosas exactamente en las mismas condiciones que se mantienen la economía, la vida y las libertades democráticas en el país. Por eso el texto constitucional, en la parte referida a los derechos fundamentales, fue algo tan “cacareado” y que supuestamente nuestros provincianos analistas señalaban que era un ejemplo mundial (al menos fue lo que dijo la escritora Isabel Allende, que “éramos una referencia mundial “). Desde este punto de vista lo que significaba aprobar esta nueva Constitución, que nunca la calificaron de revolucionaria, era que establecía  un nuevo parámetro desde el punto de vista de los derechos ciudadanos, como gustan ellos decir.

La verdad es que esto, en términos prácticos (y aquí voy a dar una opinión técnica como abogado) el texto constitucional, en lo referente a la cuestión de los derechos, no resiste ser analizado como texto constitucional estrictamente. Porque lo natural de una constitución es su supra legalidad es decir su capacidad de someter al resto del ordenamiento jurídico y transformarlo. En setiembre se establece un derecho, ese derecho es exigible de inmediato, de momento que emana de una voluntad constituyente y del estado que es formadora del ordenamiento jurídico.

BD: ¿Y en este caso no era así?

GB: En este caso no era así porque cada uno de esos derechos tenían una glosa donde se decía que la aplicación de estos derechos quedara reservada para la ley. O sea, era finalmente el legislador el que iba a definir la forma, el alcance y efectividad de esos derechos, que en definitiva eran meramente declamativos.

BD: Vos en el texto muy interesante que publican en El Porteño, decís que las promesas del gobierno de Boric y el texto de la Nueva Constitución chocaban contra la desilusión de las masas frente a la vida cotidiana y a todo este proceso que venís contando.

GB: Así es. Hay un ejemplo que creo es ilustrativo y es que en la precordillera de la región de Valparaíso hay un pueblo que se llama Petorca, que vive hace bastante tiempo, casi 10 años una crisis hídrica fenomenal, o sea no tienen agua. Ese pueblo es alimentado con camiones que llegan con agua al pueblo. Además, es un pueblo que toda su actividad agrícola colapsó. En este pueblo ganó abrumadoramente el RECHAZO, más del 60%, por sobre el promedio general de RECHAZO se impuso en esta comuna. Entonces la respuesta de la izquierda aprobista fue acusar a esa gente de ignorante y de no ser consecuentes con aquel texto prodigioso que se les estaba ofreciendo.

Ahora, la razón por la que este pueblo votó por el RECHAZO tiene que ver con dos razones: la primera es que los derechos de agua establecidos en la Constitución, en nada afectan los derechos privados que ya existen. O sea, la Constitución establece que los derechos son inalienables, que no hay posibilidad de apropiarse de los derechos de aguas. Sin embargo, para que se entienda bien, esos no afectan los derechos privados que ya existen en la actualidad. Por eso no tiene ningún efecto práctico. Para esta gente, hay un señor que se llama Pérez Yoma, ex ministro de defensa del gobierno de la concertación, del gobierno de Frei, que es dueño de prácticamente la totalidad de los derechos de ese pueblo. Para ellos, la Constitución no significaba absolutamente nada. Pero además el gobierno les cerró la otra fuente de ingresos de actividad económica, cual es la pequeña actividad minera, la minería artesanal, lo que acá se denominan “los pirquineros”, una actividad que proviene de la época colonial, y que se traduce en que los pirquineros sacan su producción y la llevan a una refinería que se encuentra a algunos kilómetros en la costa, en la llamada “zona de sacrificio quintero puchuncavi”. De esa forma sustentaban su economía porque eran los únicos que podían comprarle esos productos, porque son piedras que contienen el metal pero esas piedras no le sirven a nadie de nada, salvo que esa persona tenga una fundición. Y he aquí que la única fundición fue cerrada por el gobierno de Boric, y eso también fue un impacto muy grande.

Este caso que pongo respecto a la situación de Petorca se reproduce hasta el cansancio en muchas comunidades agrícolas, pero también en las principales comunas obreras del Gran Santiago, en todas las cuales ganó el RECHAZO. Los únicos lugares donde gano el APRUEBO son las comunas de clase media: la comuna de Ñuñoa en particular y San Miguel tengo la impresión, y en aquellos lugares donde se impuso el APRUEBO, que repito son comunas de clase media, por comparar sería Capital Federal, lo hizo por proporciones muy menores. Tampoco fue un triunfo que pueda decirse que fue un triunfo de la izquierda. Tampoco significa que este voto sea un voto de derecha, por cierto. Fue un voto de protesta simplemente. Un voto de bronca como dicen Uds.

BD: Sorprende esta cuestión. Hay algunos analistas sobre todo de esta fracción denominada “progre” que dicen que hay un “giro a la derecha”  de los sectores populares. El relato que nos hacés es diametralmente opuesto.

GB: Es opuesto y la verdad que se encuentra ratificado por lo que está ocurriendo en las calles de Santiago. Este pequeño estallido con movilización que ha habido durante toda esta semana de los estudiantes secundarios de las escuelas públicas, del centro del gran Santiago y aquí en Valparaíso también, son alumnos de escuelas públicas. Han enfrentado una feroz represión y estamos hablando de una movilización prácticamente de niños. Han recibido una feroz represión por parte de la flamante Ministra del Interior, que es la responsable política de estos actos represivos, me refiero a Carolina Toha. Lo otro también es la conducta de los partidos del gobierno, y de su activismo en general, que se apresuran en recomendarles a los secundarios que dirijan sus acciones en contra de “El Mercurio” (NR: la empresa mediática insignia de la derecha chilena), y en contra de los grandes símbolos de la derecha, como si ellos no aplicaran la misma política, como si la derecha no estuviera en La Moneda, que en la práctica es así. Esto es muy curioso y puede hacernos recordar algún periodo de la historia reciente de la Argentina. Este es un gobierno que llega con un discurso de los oprimidos y ejecuta una política gorila de derecha.

BD: Hace poco veíamos también, en Santiago, una furiosa represión a los vendedores ambulantes, es un lugar donde es impresionante la cantidad de gente dedicada a esta actividad que le permite sobrevivir magramente.

GB: Sí, por supuesto. Además, reciben el trato de lumpen por parte de los medios oficiales, inclusive gubernamentales. De hecho, el verbo que utilizó en una oportunidad la saliente Ministra del interior (y no estoy impostando) es que había que “limpiar” el centro de Santiago. O sea, tratan de basura a esos miles de hambreados cuya única fuente de ingresos es la venta de chocolate, de chucherías en las veredas del Gran Santiago, sobre todo en la zona de Estación Central. Hay zonas que están totalmente ocupadas por la venta ambulante, y cuando el presidente de la Republica se refirió, al instalar su gabinete, a que había que recuperar los espacios públicos, se refiere también a esto. Es un poco como “Susanita” que “a los pobres hay que meterlos en un galpón”. Esa es más o menos la política de Boric respecto de los vendedores callejeros.

Además, hay otro fenómeno que es la inmigración. Nuestro país ha recibido de dos a tres millones de inmigrantes en un periodo muy breve y una cantidad importante de ellos comienzan a dormir en carpas, ya que ni siquiera logran armar viviendas, bajo las autopistas, en un primer momento y actualmente inclusive en el hall central de La Alameda, que es el corredor principal de Santiago. Muchos dominicanos, sobre todo gente que viene del Caribe, muchos venezolanos vinieron  también promovidos por Piñera, por sus razones de conflicto con Chávez, por razones políticas. Eso también ha sido un fenómeno importante que también ha agitado la derecha. La bandera fundamental de la derecha para cimentar la campaña del rechazo tenía que ver un poco con el reconocimiento que se establecía en el texto de la propuesta constitucional a los pueblos originarios, la idea esta de la plurinacionalidad, y por otro lado también el explicarse todos los conflictos sociales por la masiva llegada de inmigrantes.

El nuestro es un país muy pequeño, teníamos 18 millones de habitantes y recibimos dos millones y algunos dicen que es el doble de esa cantidad. Hay zonas muy importantes de Santiago que están ocupadas principalmente por inmigrantes. Por ejemplo, los alumnos de las escuelas publicas hay una serie de datos y forma de medirlos que dicen que hay una gran cantidad de inmigrantes. Entonces estos hechos fueron utilizados por la derecha, pero no resultaron determinantes por muchas razones: primero porque Boric siguió echando inmigrantes exactamente igual que Piñera. La única diferencia es que ahora los medios de comunicación no lo cubren porque los medios de comunicación protegen a Boric. Invito a quienes leen esta entrevista a ver “El Mercurio” de Santiago, (que es una prensa absolutamente gorila, golpista, y pro imperialista)  sobre todo en su edición del domingo cómo es elogiosa para referirse al presidente Boric y para referirse a las acciones de su gobierno. Eso por un lado y por el otro, en relación con la plurinacionalidad, detrás del supuesto reconocimiento a los pueblos originarios, durante todo el gobierno de Boric que lleva seis meses, la zona de la Araucanía ha estado ocupada militarmente por las fuerzas del Ejército. Y no solo eso: ha desplegado una feroz campaña de terror respecto de las organizaciones radicales del movimiento nacional mapuche. Y el último de los casos, que ya es un extremo, es la situación del encarcelamiento de uno de sus máximos dirigentes, Héctor Llaitul, formalmente (y esto no es mi interpretación gratuita) está preso por sus ideas. Se le aplicó una ley que es la Ley de Seguridad Interior del Estado, que tiene sus orígenes en una legislación italiana del periodo de Mussolini y que llegó a Chile casi traducida directamente en el año 1930 precisamente, y que sanciona como delito con pena de cárcel “la apología de la ruptura integracional o la promoción de la violencia”. Es decir que en aplicación de dicha norma que está vigente actualmente en nuestro ordenamiento jurídico, buena parte de lo que yo acabo de decir me permitiría llegar a la cárcel tranquilamente, de momento que estoy sosteniendo por ejemplo que el gobierno debe ser derrocado por la vía de la movilización, que es necesario acabar con el gobierno, esa sola afirmación cabe dentro de la figura de la “apología a la violencia”.

BD: Eso deja a la Plurinacionalidd de la constitución, solamente en una linda frase.

GB: No hay plurinacionalidad. Lo que quieren hacer acá es transformar a las pequeñas comunidades mapuche que existen en el sur del país en objeto de museo y de interés turístico. Eso es explícitamente la función. De hecho, pusieron a la cabeza de la Convención Constitucional a una mujer, que es Elisa Loncon, que tiene un apellido mapuche no cabe duda, pero que nunca ha tenido contacto con la comunidad mapuche y no pertenece a dicho pueblo. El hecho de que uno tenga el apellido de un lugar, ninguna relación tiene con la ligazón con una nación determinada, y esto es algo que se repite en todos lo casos de los llamados cupos reservados para pueblos originarios. Un ejemplo: hay un pueblo que se llama Colchane, que es una comunidad de inmigrantes ilegales que queda en el extremo norte en la frontera con Bolivia, tiene una población estrictamente Aymara y que eligió un convencional para esta convención, un hombre que venia del mismo lugar y que todos conocían. Esa población votó en un 95 % el RECHAZO a la Constitución. Esto es precisamente porque lo que han observado es que no ha cambiado nada en su situación de vida.

BD: Y parece ser igual con el tema de represión y libertades democráticas.

GB: Sí. Y quiero volver sobre el tema de la proscripción de las ideas que transforma esto en rasgos dictatoriales: Héctor Llaitul, que ingresó a prisión hace un par de semanas en razón del Art. 6 de la Ley de Seguridad Interior, es la primera  persona que ingresa a la cárcel por aplicación de esta ley desde tiempos de Pinochet. O sea, en 30 años nadie había sido encarcelado por esas razones. E inclusive durante la dictadura se aplicó muy pocas veces, porque el poder que da esa legislación es tan amplio que, la verdad, subvierte todo el orden. Porque con eso le ha dado un ancho potestad al gobierno para hacer lo que quiera.

De hecho, para la aplicación de esa ley, tener el Manifiesto Comunista en la casa es un delito. Esa ley está vigente. Alguien podría decir “…sí, pero no se aplicó”. Pero este gobierno que se llama trasformador, con el presidente más joven de la historia y del mundo, la persona que era la llamada a hacer una nueva política, a transformar este país, aplica una norma que es casi centenaria, y que viene del fascismo, y eso es algo que no se lo pueden sacar de encima. Porque además, la aplicación de esa ley depende de la voluntad del gobierno. Esa ley no es un resorte del Ministerio Público, o sea que quien roba el Ministerio público lo persigue de oficio; En cambio, para la persecución de las ideas tiene que haber una acción especifica y positiva por parte del Poder Ejecutivo. Y fue el gobierno de Boric, con su firma, el que pidió el encarcelamiento de Héctor Llaitul. Este es un hecho que echa por tierra la idea de que existiera plurinacionalidad.

Resultado de todo esto, abrumadoramente en la zona mapuche se votó por el RECHAZO en porcentajes también superiores al promedio.

BD: Después de esto, ¿cuál es la salida para esta situación, por parte de los sectores oprimidos?

GB: Voy a utilizar dos metáforas: una del campo, de donde eran mis abuelos, y una del fútbol. Del campo: lo que hay en estos momentos es un “rio revuelto” en la política nacional; evidentemente hay una confusión tremenda; ese es el rasgo dominante. Éste es un animal ciego sordo y mudo que alza la vista. Es una fuerza casi telúrica la que se ha expresado a través de este rechazo, que no tiene una expresión política nítida. No es claramente de derecha, pero no es posible atribuirle una connotación revolucionaria. Y la del futbol: “la pelota quedó en el medio de la cancha”. Va a depender de quién tome la iniciativa: si las organizaciones de izquierda, las organizaciones que nos reclamamos del socialismo, la revolución, las organizaciones de los trabajadores somos capaces de articular una política que ponga en el centro las reivindicaciones populares y la lucha frontal contra el gobierno; entonces esto va a ser posible de transformar en la formación de una poderosa corriente revolucionaria en el país. Máxime donde el partido de izquierda tradicional en estos momentos se encuentra no apoyando el gobierno, sino que ES el gobierno, que es el caso del Partido Comunista.

Eso por un lado. Por el otro, es posible que, si esto no se consuma, sí pueda avanzar la derecha y el fascismo en algunos sectores. Eso indudablemente también está planteado y es posible. Por eso también la urgencia de poner en el centro en este momento las reivindicaciones populares y la lucha en contra del gobierno y no, como ya se han anticipado muchos oportunistas, embarcarse en un nuevo proceso constituyente. Eso podría significar que se termine por avalar una Constitución pactada con la derecha pinochetista y que es lo que en este momento está proponiendo el gobierno.

En política los símbolos dicen mucho, la forma en política también es contenido: la sala donde se reunieron por primer vez a discutir sobre el proceso constituyente, lleva el nombre del senador pinochetista y articulador de la dictadura, un genocida, que fue ejecutado por el Frente Patriótico en el año 1991, que fue Jaime Guzmán. El hecho de que se hayan reunido en ese salón y no en otro, que podría remitir a algún prócer más de la independencia, también da cuenta de que lo que vamos a presenciar acá va a ser un ejercicio más de la cocina del poder.

BD: Es decir, se abre un proceso donde el pronóstico es alternativo. Dependerá del desarrollo de la lucha de clases.

GB: Va a depender de eso y también de la capacidad que tengan en este momento los secundarios de acaudillar a los sectores populares, porque los secundarios, por sí solos, son simplemente el detonante. Ahora, los chicos que se están movilizando son juventud obrera no cabe duda. Pero no es suficiente con un movimiento estudiantil para poder cimentar un cambio a esta situación.

BD: Habrá que ver si se abre un proceso como el dado en octubre de 2019, que también se inició con una protesta de estudiantes secundarios.

GB- Exactamente. Aquí va a haber una disputa. En Chile hoy se abre nuevamente la tensión de si es una situación octubrista, con relación al estallido del 18 de octubre, o más parecida a la del  acuerdo por la paz, que es el origen del proceso constituyente del 15 de noviembre del mismo año, donde participaron todos los partidos del régimen y lo firmó una sola persona a motu proprio, y que fue Gabriel Boric… chistes de la historia (risas). Ese es la pelea que está en curso.