Por Elizabeth Moretti. Testimonios: Borrador Definitivo RADIO

Los medios masivos de comunicación y la publicidad empresaria utilizan el mes de marzo para imponer el modelo de la mujer exitosa, la mujer emprendedora, empresaria, empoderada desde la competencia por llegar más lejos.

Desde Borrador Definitivo queremos recuperar el significado original del 8 de marzo, la reivindicación de las mujeres trabajadoras y luchadoras, de la solidaridad de clase que permite ampliar y profundizar la organización para coordinar las luchas por todos los derechos vulnerados.

Para ello es que convocamos a diferentes mujeres a que compartan una reflexión sobre el ser mujer en diferentes espacios de organización y lucha, desde su experiencia personal. Presentamos aquí sus testimonios.

Carolina Becerro es ex trabajadora del Frigorífico ArreBeef, de la ciudad de Pérez Millán. Fue despedida junto con sus compañeros cuando decidieron, de manera autoorganizada, iniciar un reclamo por salarios y condiciones de trabajo. La lucha de las y los trabajadores de ArreBeef despertó a todo el pueblo que, durante un breve período de tiempo, se vio movilizado casi en su totalidad por la reapertura de la planta, la vuelta al trabajo de los despedidos y en apoyo a sus reclamos. Con el paso del tiempo la efervescencia bajó y la patronal contraatacó con causas judiciales insostenibles. Al día de hoy, Carolina y muchos de sus compañeros continúan reclamando su reincorporación. El testimonio de ella es el que sigue:

“Hola, mi nombre es Carolina, soy ex trabajadora del frigorífico ArreBeef. En el mes de la mujer, como trabajadora, mujer y sobre todo madre y hoy abuela, veo que para la mujer la situación está cada día más difícil en todos los sentidos; somos cada vez más mujeres que sufrimos violencia de género, somos más vulnerable a la hora de salir a la calle, sea por el motivo que sea. Para mí hay que cambiar muchas leyes y que éstas se respeten. Muchas veces vemos que, cuando una mujer que tiene una denuncia de violencia y tiene una perimetral, al denunciante le importa poco; y no tenemos una ley para que nos respeten como se debe. En lo laboral también se nos falta el respeto y por no perder el trabajo, que cuesta tanto, nos callamos. Eso tiene que terminar. ¡Basta! Cada cosa en su lugar”.

Para conocer más sobre el conflicto de ArreBeef, podés leer: El Conflicto del frigorífico ArreBeef desde adentro – Borrador Definitivo

El segundo testimonio corresponde a Vanesa Mamone, ella es abogada y miembro de la Asociación Gremial de Abogados y Abogadas de la Argentina, asociación que se destaca por su trabajo en casos de gatillo fácil, por la defensa de luchadores y luchadoras perseguidos por el poder judicial, en su representación de miembros de pueblos originarios en conflicto, en la defensa de personas víctimas de causas armadas, y otros casos que no suelen ser tomados por los estudios de abogados que ejercen el derecho desde la perspectiva burguesa. Vanesa pone de relieve la importancia de caracterizar a este poder judicial como un poder burgués, y de encontrar alternativas independientes a la hora de organizarse por justicia.

El último testimonio que queremos presentar fue enviado por Nilda Bulsomi. Nilda vive en la ciudad de Esquel, donde nació el movimiento chubutense por el No a la Mina, que posteriormente se contagió al resto del país. Ella es una militante en defensa del agua desde el minuto cero como miembro de la Asamblea por el No a la Mina de Esquel; también forma parte de la APDH de Esquel. En su testimonio que presentamos a continuación, pone de relieve la importancia de la lucha sociambiental para pensar la supervivencia de las mujeres, los hombres, los niños y el territorio donde la propia vida se desarrolla.

Las voces que aquí presentamos son tan solo una pequeñísima muestra de los millones de mujeres que, en nuestro país y en el mundo, se organizan y pelean, desde abajo, de manera independiente, autoorganizada y democrática, por diferentes causas. Precisamente esa diversidad es la que queríamos presentar con este documento, alejándonos de los discurso reduccionistas. Entendemos urgente el reconocimiento mutuo como luchadoras y trabajadoras, como parte de esa fuerza motriz que, con su sacrificio, sostiene al mundo andando. Queremos dejar establecido en este breve texto también, nuestra apuesta por la unión de los reclamos, la profundización y la ampliación de la organización que nos permita, cada una desde su lugar pero de una forma articulada, construir entre todas, todos, todes, ese mundo como el que soñaba Rosa Luxemburgo, donde podamos ser “socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.