Eran cerca de las 20,30 y un Falcon Verde la interceptó cuando estaba cerca de llegar a su casa, regresando de hacer algunas compras en el barrio. La agarraron, ella gritó el nombre de Lucrecia, su vecina y a quien le alquilaba el lugar en el que vivía con José, su compañero, pero los captores la redujeron, la introdujeron en el auto y huyeron a toda velocidad.