Un caso insignia es el de Luciano Arruga. Un joven de La Matanza, que a sus 16 años, y después de sufrir de acoso policial por años, fue secuestrado por la Bonaerense. Su cuerpo recién apareció el 17 de octubre de 2017, más de cinco años después de su secuestro, gracias a la incansable lucha de su madre, su hermana y de un grupo de activistas políticos, sociales y culturales reunidos en la Asociación Amigos y Familiares de Luciano Arruga.