El conflicto que suscitó la pretensión del poder ejecutivo provincial de trazar una autovía por el Valle de Punilla lleva ya meses. En las últimas semanas, quienes acampan en defensa del monte sufrieron la represión del estado, despertando la solidaridad de personas y organizaciones que, en todo el país, se manifiestan en defensa del ambiente, la naturaleza y la vida en general. Pero ni el intento de avance por pate de la gendarmería pudo hacer desistir a quienes aún resisten y ponen el cuerpo para detener las máquinas que pretenden arrasar el bosque nativo.